La unión y la caridad deben marcar la diferencia ante la emergencia
Los obispos de México, conscientes de que están llamados a ser un signo de unidad, invitan a los fieles a dejar las diferencias de lado y unirse, por medio de la caridad, en favor de los más vulnerables ante la emergencia sanitaria que se vive actualmente.
En un mensaje difundido a través del sitio web de la CEM (24 de abril del 2020) dan a conocer que están “buscando soluciones ante esta emergencia y sobre todo organizando la caridad, ya que en estos días debía haberse llevado a cabo nuestra 109ª Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, la cual hemos suspendido por la situación presente”.
Destacan que la pandemia que ha tomado a todos por sorpresa, ha expuesto “la fragilidad de las instituciones y en particular del sistema sanitario y financiero. Nosotros mismos como Iglesia: obispos, presbíteros, diáconos, laicos y consagrados, experimentamos la debilidad de la condición humana, la amenaza del contagio, la pérdida de todas nuestras seguridades”.
Así mismo, reconocen y agradecen la labor de todo el personal sanitario y de todos los que de manera directa se exponen, así como “a los sacerdotes, religiosos y laicos que en medio de la pandemia han continuado con las obras de solidaridad a los más necesitados, vulnerables y desprotegidos, de personas que buscan con creatividad y coraje que las fuentes de empleo no se cierren, de los que en esta situación se esfuerzan por ser consuelo y fortaleza para los que sufren”.
Los obispos piden que todos fortalezcamos la creatividad, apoyados en el Espíritu, pues en este momento tenemos la oportunidad de “manifestar la eficacia de nuestra evangelización en la unidad y en las obras de caridad”.
De igual forma, invitan a las instituciones gubernamentales a olvidar los intereses personales partidistas, ideológicos, políticos y religiosos para unirse en la preservación de la vida de todo ser humano que se encuentre en el territorio de México.
Y agregan que, en estos tiempos de dolorosas pruebas, la atención sanitaria y la alimentación deben ser prioridad, así como lo es el trabajo honesto.
Por ello, invitan a quienes tienen “el poder de decidir sobre los grandes proyectos y obras nacionales a considerar la oportunidad de destinar esos recursos, durante los meses en que muchos mexicanos no tienen trabajo, para mitigar las carencias de alimentos en muchos hogares de nuestra nación mexicana”.
Finalmente, recuerdan a los fieles que, “Jesús Resucitado nos congrega en «un solo rebaño» y sigue orando al Padre: «que todos sean uno» (Jn 17,21). Ante la tentación del egoísmo, de la fragmentación y de la autosuficiencia, todos estamos llamados a trabajar por la unidad, superando las diferencias que nos lastiman y entristecen (Cfr. PGP 161). Es tiempo de orar unidos, de cuidarnos con amor y de solidarizarnos con todos, para salir adelante juntos. Nos necesitamos unos a otros”.
Redacción
Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 3 de mayo de 2020. No. 1295