Por Raúl Espinoza Aguilera
Editorial Panorama ha publicado un libro de mi autoría, titulado: “Si quieres, puedes ser feliz”, que me parece que viene muy bien para estos tiempos de pandemia en que muchas personas se encuentran desesperadas, pesimistas, sin paz interior; en un permanente estado de desconcierto o mal humor ante esta excepcional situación que estamos viviendo en los cinco continentes.
Para conservar la salud mental es recomendable: Aprovechar bien el tiempo y tener la mente ocupada en asuntos constructivos. Tengo amigos que se dedican a impartir clases o conferencias virtuales para su universidad o bachillerato, o bien, sobre humanidades o temas de empresa; otros se han dado a la tarea de tomar cursos de computación o de otras áreas del saber on line, de intensificar sus conocimientos de inglés, de leer clásicos de la literatura universal, biografías de grandes personajes de la historia; algunos se han centrado en convivir mejor con su esposa e hijos –sin dejar su trabajo habitual vía virtual- y reconocen que los tenían un tanto abandonados en tiempos de actividades normales. Comentan que es una buena ocasión para poner orden material en toda su casa; Desde luego, es también un tiempo para mantener o incrementar el trato con los familiares, las amistades y conocidos de la escuela o universidad que, a través de las redes sociales, se pueden volver a contactar de modo eficaz.
Ante estas circunstancias resulta fundamental el pensar en positivo, porque de nada sirve angustiarse o sobredimensionar los hechos objetivos. La cuestión es mantener el buen ánimo, la serenidad, la alegría y transmitirla a nuestros seres queridos y a quienes nos rodean.
El escritor Romano Guardini afirmaba que, para mantener la paz, la armonía y el equilibrio interior, las personas “deberían de aceptarse a sí mismas, aceptar a los demás como son (y no como nos gustaría que fueran) y aceptar lo que ocurre en el entorno social”. A Guardini le tocó vivir de cerca la Segunda Guerra Mundial con todo tipo de privaciones y sufrimientos. Y esa filosofía de vida le ayudó en forma considerable.
Muchas personas se han preguntado en estos meses de cuarentena: ¿cuál es el verdadero sentido de la vida? ¿cómo se consigue la felicidad? ¿está acaso en el sexo? ¿en el dinero? ¿en el poder? ¿en los placeres o bienes materiales? Conviene recordar que las personas somos seres abiertos a la trascendencia. Nuestro destino no concluye aquí en la tierra. Teniendo claro este punto de partida, se llega a otros temas fundamentales.
La lectura de este libro ayudará a comprender mejor que la integración de la personalidad madura abarca múltiples aspectos, y podemos afirmar que toma en cuenta tanto lo humano como lo espiritual, debido a que se tiene una visión trascendente de la existencia humana.
Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 28 de junio de 2020. No. 1303