El suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo y ya se considera un problema de salud pública
Por Mary Velázquez Dorantes
En la actualidad el suicidio se ha convertido en un problema global, un problema que arrasa sin importar edad, clase social, estilo de vida. La depresión en la que muchos seres humanos viven, el grado de estrés al que se someten, las relaciones afectivas dañinas, los círculos de familia emocionalmente enfermos, y una larga lista de factores, han provocado el incremento de lo que se denomina ideación suicida.
Los psicólogos le llaman pensamientos disfuncionales, mismos que forman parte de la estadística de la tasa de suicidios a nivel mundial.
En muchos lugares del mundo no se identifican a tiempo los casos y lamentablemente de un pensamiento suicida se llega a la muerte. Es por ello que en está edición de El Observador de la Actualidad hablaremos de cómo aprender a detectar la presencia de ideas suicidas y los riesgos que de ella emanan.
¿CÓMO SE MANIFIESTA UN PENSAMIENTO SUICIDA?
Las ideas suicidas comienzan con pensamientos sobre querer morirse, no encontrar sentido a la vida, perder la vida por alguna razón existencial. También una de las evidencias suicidas es que las personas que han pensado en algún momento en querer quitarse la vida, lo han verbalizado, lo han contado a modo de humor negro, lo han publicado en sus redes sociales, lo han compartido como algo sin importancia.
A nivel mundial entre el 9% y el 12% de los adolescentes han tenido una idea suicida. Recordemos que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en el mundo, y actualmente se le ha catalogado como un problema de salud pública. Detrás de un pensamiento suicida también existe un comportamiento de alerta; quizás la persona está viviendo un momento de amenaza, ya sea por parte de alguien o de ella misma. Puede que alrededor de ella exista maltrato físico, sexual o emocional, algún problema mental, el abuso de sustancias tóxicas, o una vida en depresión crónica.
¿POR QUÉ APARECEN ÉSTOS PENSAMIENTOS?
En México se calcula que por cada suicidio consumado existen entre 8 y 10 personas que han intentado suicidarse, de ésta cifra ocho personas han tenido pensamientos suicidas, donde además de querer privarse de la vida, han planeado la forma de hacerlo y están a punto de llevar a cabo su ideación.
La ciencia junto con la investigación en torno a las ideas suicidas ha revelado que detrás de los pensamientos de muerte existen trastornos de ánimo, principalmente la tristeza, para luego dar paso a la depresión. Sin embargo, existen factores como la rigidez en la forma de pensar, las tribulaciones negativas, las situaciones de estrés, las expectativas hacia el futuro y la falta de auto concepto personal. Estos factores provocan desesperanza, melancolía, apatía emocional, dejándole abierta la puerta a la idea suicida. Una idea mortal aparece cada tres segundos en las personas que han dado pauta a este tipo de pensamiento.
¿QUIÉNES SON MÁS VULNERABLES?
En la mayoría de los países de todo el mundo el grupo más vulnerable frente a las ideas suicidas son los adolescentes; el 15% de ellos han tenido presente la idea y la han llevado a cabo. Otros de los datos reportados, es que los adolescentes que sufren con su identidad sexual son quienes más ideas suicidas presentan.
Las ideas expuestas en los casos son variables, no obstante se manifiesta con mayor frecuencia el “no tener motivos para vivir” o “creer que la vida que les ha tocado no tiene sentido”. El suicidio ha sido visto desde varios enfoques, los expertos han identificado que los pensamientos suicidas son parte de un complejo mecanismo de conducta, contexto social, relaciones emocionales, creencias sobre uno mismo. Algunos consideran que existe una mirada fatalista como un fenómeno de enfermedad psicosocial y otros creen que hay una luz que puede evitar que las personas piensen en la muerte como una salida a lo que están viviendo.
Ante esta situación lo más importante es reconocer que los pensamientos suicida existen y el riesgo de que se lleve a cabo es muy alto; del factor “he pensado en matarme” al “quiero matarme” existe una delgada línea para que se produzca la muerte.
Alertas
Sintomatología clara de una persona con pensamientos suicidas:
- » Depresión
- » Angustia
- » Apatía
- » Aislamiento social
- » Ideas melancólicas
A tomar en cuenta: Es importante manejar con cuidado las estrategias, pero sobretodo es importante no criticar o juzgar a la persona que las manifiesta, particularmente en núcleos cercanos como es la familia o la escuela.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 11 de octubre de 2020. No. 1318