El ser humano suele colocar la mirada en las etapas de la vida y observar los escenarios con temor, pero la tarea de todo cristiano es asumir que Dios es el principio universal de nuestras vidas, por lo tanto, no existe temor alguno que pueda dañarnos, someternos o esclavizarnos

Por Mary Velázquez Dorantes

Comenzamos un año más de vida, con un contexto diferente y con una realidad modificada, sin embargo, podemos iniciar una nueva etapa si nos atrevemos a renunciar, enfrentar y racionalizar nuestros miedos. Muchos miedos no tienen fundamento, otros son producto del desconocimiento, y grandes miedos son imaginarios.

Si lo observamos desde la mirada científica en los últimos cinco años el 70% de la población mundial se ha visto paralizada por trastornos relacionados con el miedo, sin embargo, los expertos afirman que todo miedo tiene cura, y que toda persona que sea víctima de sus miedos puede construir una vida diferente e ir más allá de ellos.

En esta edición de El Observador de la Actualidad hablaremos de cómo hacer frente a todo miedo o fobia que parece borrar la esperanza a este nuevo año.

RECONOCER LA EMOCIÓN DEL MIEDO

Más de un tercio de la población global sufre de ataques de pánico y fobia, además de considerar que el miedo es algo que no se sacude tan fácilmente, pero la capacidad que el ser humano tiene para ir más allá de una cadena de miedo es impresionante.

Recordemos que el miedo es una emoción y que una emoción es una reacción. Nos bloquea y nos paraliza en determinadas situaciones, pero cuando reconocemos el temor e identificamos el por qué existe podemos liberarnos de éste. Nuestra conducta y nuestra mente pueden verse alteradas cuando el miedo aparece, no obstante, el miedo no requiere de fármacos para poder enfrentarse, sino de la determinación con la que enfrentemos nuestros temores, por más duros que parezcan.

Aprender a desarrollar la confianza en uno mismo, e identificar las situaciones junto con sus riesgos y limitantes, es el gran paso para deshacernos del temor. Ser realista es una gran tarea, entonces cuando sientas que el temor avanza en tu vida, plantéate preguntas racionales, y busca encontrar respuestas reales. No dejes que la imaginación te venza, ni siquiera que te ayude un poco.

EVITA LA AUTOCOMPASIÓN

El futuro, la incertidumbre, las crisis globales han sido el foco rojo para que las personas le abran la puerta al miedo, y una vez instalado se expande automáticamente. Uno de los errores más comunes cuando tenemos miedo es que la autocompasión, al principio lo sentimos extraño pero con el paso del tiempo nos acostumbramos a este, por ende, comenzamos a lamentarnos, a sentirnos sin esperanzas posibles, caemos en una espiral de victimización compleja.

Para evitar ser presas de esta situación debemos frenar en seco todo aquello que nos de miedo, evitando situaciones de ansiedad o estrés, y reconociendo que tenemos muchas oportunidades para salir adelante.

Cuando caemos en la autocompasión del temor dejamos de atrevernos a las cosas o sucesos, evitamos nuestras ideas y sobretodo dejamos de actuar. El miedo es pozo hondo, no esperes al momento perfecto, tampoco dejes la responsabilidad a los demás para salir adelante, observa cada uno de tus miedos como lecciones que puedes superar.

EL MIEDO ES PELIGROSO

Si tuvieras que realizar una lista sobre tus miedos, también tendrías que realizar una lista de las sensaciones que te producen cada uno de éstos miedos. Al elaborar este pequeño ejercicio podemos ir descartando nuestros problemas de pánico, podemos interpretar la causa de origen de esos miedos, también podemos derribar las ideas catastrofistas y así evitar el círculo vicioso del miedo.

Es importante saber que el miedo puede ser muy peligroso para nuestra mente y nuestra conducta, por eso es necesario no alimentarlo con ideas negativas o períodos de imaginación extensa. Pregúntate si tu miedo es amenazante y, si la amenaza es real, cuestiona cuánta atención le estás prestando a tu miedo, localiza la tensión que te produce y cuando hayas realizado estos pasos imagina una realidad optimista, identifica las herramientas con las cuales puedes afrontar tus miedos, evita estancarte en esa realidad y busca tareas o actividades que te alejen de esos miedos. Recuerda que podemos comenzar una nueva etapa cuando decidimos crecer, desarrollarnos, realizarnos y ser felices.

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 24 de enero de 2021. No. 1333

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