Francisco saludó al grupo de compatriotas que cada día se unen virtualmente en oración por esta intención. “Fue un gesto de amor inmenso”, destacó Rodrigo Fernández Madero, promotor de la iniciativa.
El papa Francisco saludó y bendijo a un grupo de argentinos que cada día, desde el 3 de junio pasado, se unen virtualmente a rezar el Rosario por los enfermos de Covid-19.
“Anteayer al mediodía le escribí un correo contándole esta experiencia y ayer, habían pasado menos de 24 horas, el Papa me contesto”, contó a AICA Rodrigo Fernández Madero, del Movimiento Entretiempo, la comunidad que coordina esta iniciativa de oración mariana diaria.
“Me parece un gesto de amor inmenso de parte de él haberse tomado ese tiempo tan rápido, dentro de todo lo que tiene que hacer, para ocuparse de esta porción de la Iglesia en Buenos Aires. Un lindo gesto en este tiempo en que tanto se dice del Papa; esto demuestra que está cerca de los argentinos, reza por nosotros, nos acompaña”.
Fernández Madero aseguró que el mensaje papal fue “muy reconfortante espiritualmente, porque ayer fue un día triste por el fallecimiento de Javier Galli (una de las personas cercanas por las que se rezaba)” y comentó que la esposa, que también se une a estos momentos de oración mariana, se sintió “muy emocionada” de tener la bendición de Francisco en un momento de tristeza.
Fernández Madero detalló que el rezo virtual diario del Rosario comenzó “espontáneamente” el 3 de junio a raíz de que dos amigos de Entretiempo estaban transitando con complicaciones sus cuadros por coronavirus.
“Desde ese día, todas las noches a las 22 nos conectamos a través de Zoom a rezar los misterios del Rosario. Al principio fuimos unos 100 y ahora hay días que superamos las 250 ‘conexiones’, en las que hay matrimonios, familias enteras, abuelos, personas solas”, precisó, y valoró que también se vaya sumando gente que “estaba alejada de la vida de fe”.
Fernández Madero señaló que cada noche un sacerdote distinto hace una reflexión y bendición, e indicó que primero eran miembros de la comunidad de Entretiempo y que paulatinamente se fueron sumando de otros movimientos e instituciones de Iglesia.
“Se ha logrado un espacio desde Entretiempo, que hace dos años que no tenemos retiros presenciales por la pandemia, pero el Señor nos puso esta herramienta para poder llegar a la gente, mucha alejada de la fe, y hablarles del mensaje de Jesús resucitado”.
Foto de Antoine Mekary – Aleteia