Por Sergio Ibarra
Los últimos veinte meses marcaron la vida de la humanidad. Quisiera referirme a una huella que nos obliga a voltearle a ver: las relaciones entre los países, los vecinos y los que no lo son, con los que comerciamos y con los que no.
La ciencia que estudia estos asuntos es la geopolítica. Durante el siglo XX Rudolf Kjellen propuso el concepto, Frierich Ratzel introdujo el concepto crecimiento conjunto de los Estados y Karl Haushofer el concepto de la geografía política. Hoy se concibe como el estudio de espacios y fronteras físicas entre los Estados, pero también las fronteras ideológicas o los espacios culturales, entre otras, que hoy con el internet y la globalización se han derribado. El flujo de conocimiento, información y mercancías es imparable. Es en este contexto cuando llegó esta pandemia.
Es preciso asumir que ninguna nación está aislada, incluidos los comunistas, hasta en ellos ha proliferado este mal. Los protocolos formulados a la fecha son apenas el principio, vendrán muchos más.
¿Quién podría garantizar de que aun cuando se encuentre un medicamento que contenga los efectos de esta molécula en el cuerpo humano, no podría surgir otra mutación o inclusive otra enfermedad así o más contagiosa?
Son estos riesgos los que deben considerarse en lo sucesivo por las naciones. Como ejemplo, hasta la fecha, las fronteras con nuestros vecinos del norte permanecen cerradas con las consecuencias económicas para ambos países, pero porque USA así lo decidió. Así como la exigencia de pruebas de no contagio a todo aquel ingrese por avión o por barco. A lo anterior, los puestos en aeropuertos. Vendrán otros más relacionados con los procesos de producción y manejo de mercancías que disminuyan lo más posible el contagio, en donde las empresas exportadoras tendrán que mostrar que lo cumplen.
La responsabilidad con la sociedad local y regional de quienes hoy dirigen empresas, academias, ONG´s y por supuesto, en primer lugar, los gobiernos, empezando por los presidentes de las naciones, es de una magnitud mucho, pero mucho mayor a la adquirida cuando fueron elegidos. Por una razón superior: está de por medio la salud de todas y de todos.
La pregunta es: ¿Cuáles serán los protocolos con los migrantes afganos, haitianos, cubanos y centroamericanos que ingresan a diario a nuestra nación?
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 12 de septiembre de 2021 No. 1366