En una sección titulada “Relatos jóvenes en pandemia”, de la web de un organismo argentino de derechos humanos, escribe un joven que firma como Orlando: “Nadie quiere aceptar que se pueden morir (…). Nadie sabe cuándo va a acabar todo esto y nadie sabe qué hay más allá de la muerte porque nadie ha vuelto para contárnoslo”.
En realidad, no dice nada nuevo: por generaciones y generaciones nunca han faltado los materialistas, ateos, agnósticos, etc., que alegan que no hay evidencia de una vida después de la muerte.
En un artículo titulado “El morir cristiano”, su autor, un jesuita de nombre Alfonso Llano, también afirmaba: “Nadie ha muerto, entre otras cosas, y ha regresado al mundo para que nos enseñe a morir (…). Nadie, ni el mismo Cristo, ha vuelto de la muerte para contarnos realmente su experiencia del más allá”.
En otras palabras, abundan los bautizados y los no bautizados que de plano niegan o al menos no sienten ninguna seguridad respecto a la existencia de otra vida.
Otros prefieren las explicaciones fantásticas. Por ejemplo, en marzo de 2021 se hizo viral en TikTok la teoría respecto de que el túnel de luz del que suelen hablar las personas que vivieron experiencias cercanas a la muerte no es sino la luz de otro hospital donde se va a reencarnar.
Desde luego, la creencia en la reencarnación es incompatible con el cristianismo: “Está establecido que los hombres mueran una sola vez” (Hebreos 9, 27).
Ahora bien, existen innumerables testimonios de personas que corroboran que la muerte no es el final de la vida; entre ellos: santos a los que les fue mostrado el Infierno, el Purgatorio o el Cielo; o ánimas de cualquiera de estos tres niveles que, por un designio divino extraordinario, han venido del más allá a fin de dar a conocer detalles de la otra vida, comenzando en el momento de la muerte de Cristo en la cruz, cuando “la tierra tembló, las rocas se partieron, los sepulcros se abrieron y resucitaron varias personas santas que habían llegado ya al descanso. Éstas salieron de las sepulturas después de la resurrección de Jesús, fueron a la Ciudad Santa y se aparecieron a mucha gente” (Mateo 27, 52-53).
Qué dice Cristo
Pero la máxima seguridad está en la enseñanza de Cristo, Dios y Salvador, a través de las Escrituras:
- “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en Mí, aunque muera, vivirá. Y todo el que vive y cree en Mí, no morirá para siempre” (Juan 11, 25-26).
- “Doy mi vida para recobrarla de nuevo. Nadie Me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo” (Juan 10, 17-18).
- “No teman a los que sólo pueden matar el cuerpo, pero no el alma” (Mateo 10, 28).
- “Quien quiera salvar su vida, la perderá, pero quien pierda su vida por Mí, la encontrará” (Mateo 16, 25).
- “En la casa de mi Padre hay muchas moradas (…). Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré y los tomaré Conmigo, para que donde esté Yo estén también ustedes” (Juan 14, 1-3)
- “Mis ovejas escuchan mi voz y Yo las conozco. Ellas Me siguen, y Yo les doy vida eterna. Nunca perecerán y nadie las arrebatará jamás de mi mano” (Juan 10, 27-28).
TEMA DE LA SEMANA: LA MUERTE Y EL MÁS ALLÁ: PREGUNTAS CON RESPUESTA
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 21 de noviembre de 2021 No. 1376