La Iglesia enseña que existen tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad.

El Catecismo de la Iglesia Católica señala que, si bien “las virtudes humanas adquiridas mediante la educación, mediante actos deliberados, y una perseverancia, mantenida siempre en el esfuerzo, son purificadas y elevadas por la gracia divina” (n. 1810), vienen a ser distintas de las virtudes teologales, pues éstas “se refieren directamente a Dios” ya que “tienen como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino” (n. 1812).

Las virtudes teologales “son infundidas por Dios en el alma de los fieles para hacerlos capaces de obrar como hijos suyos y merecer la vida eterna” (n.1813)

La fe es la virtud teologal por la que creemos en Dios y en todo lo que Él nos ha dicho y revelado (n. 1814). La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra (n. 1817). La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios (n. 1822).

TEMA DE LA SEMANA: PEQUEÑAS VIRTUDES QUE HACEN GRANDE A LA FAMILIA

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 31 de octubre de 2021 No. 1373

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