En las Memorias escritas por la secretaria de santa Juana Francisca (Memoires sur la vie et les vertus de sainte Jeanne-Françoise de Chantal, III, 3: 3ª ed, París 1853, pp 306-307) se recoge este pasaje::
“Cierto día, la bienaventurada Juana dijo estas encendidas palabras, que fueron en seguida recogidas fielmente: ‘Hijas queridísimas, muchos de nuestros santos Padres columnas de la Iglesia no sufrieron el martirio; ¿por qué creéis que ocurrió esto?’.
“Después de haber respondido una por una, la bienaventurada madre dijo:
“‘Pues yo creo que esto es debido a que hay otro martirio, el del amor, con el cual Dios, manteniendo la vida de sus siervos y siervas, para que sigan trabajando por su gloria, los hace, al mismo tiempo, mártires y confesores.
“‘Creo que a las Hijas de la Visitación se les asigna este martirio, y algunas de ellas, si Dios así lo dispone, lo conseguirán si lo desean ardientemente’.
“Una hermana preguntó cómo se realizaba dicho martirio. Juana contestó: ‘Sed totalmente fieles a Dios, y lo experimentarás. El amor divino hunde su espada en los reductos más secretos e íntimos de nuestras almas, y llega hasta separarnos de nosotros mismos. Conocí a un alma a quien el amor separó de todo lo que le agradaba, como si un tajo, dado por la espada del tirano, hubiera separado su espíritu de su cuerpo’. Nos dimos cuenta de que estaba hablando de sí misma.
“Al preguntarle otra hermana sobre la duración de este martirio, dijo: ‘Desde el momento en que nos entregamos a Dios sin reservas hasta el fin de la vida. Pero esto lo hace Dios sólo con los corazones magnánimos que, renunciando completamente a sí mismos, son completamente fieles al amor; a los débiles e inconstantes en el amor, no les lleva el Señor por el camino del martirio, y les deja continuar su vida mediocre, para que no se aparten de él, pues nunca violenta a la voluntad libre’
“Por último, se le preguntó, con insistencia, si este martirio de amor podría igualar al del cuerpo. Respondió la madre Juana: ‘No nos preocupemos por la igualdad. De todos modos, creo que no tiene menor mérito, pues es fuerte el amor como la muerte, y los mártires de amor sufren dolores mil veces más agudos en vida, para cumplir la voluntad de Dios, que si hubieran de dar mil vidas para testimoniar su fe, su caridad y su fidelidad’”.
La voz de Juana
A santa Juan de Chantal el Señor le concedió visiones místicas. Además, por su cercanía con san Francisco de Sales, doctor de la Iglesia, la riqueza espiritual de esta santa era grande.
Sin embargo, ella no escribió exhortaciones o instrucciones, sino que fueron anotadas por monjas de su orden. De lo dicho por santa Juana esto es algo de lo que se conserva:
- “No olvides que tal vez seas el faro en la tempestad de alguien”.
- “El afecto que es del todo puro no mira más que a Dios, no aspira más que a Dios y no pretende más que a Dios”.
- “Nuestro Señor mismo permite que caigamos, algunas veces bien torpemente, a fin de que nos conozcamos”.
- “Cuando uno se ha vencido o ha ejecutado alguna buena acción, se siente cierta complacencia y satisfacción que lo estropea todo”.
- “No tenéis nada que temer si vuestros intereses son de Nuestra Señora”.
- “Que el Señor nos dé la gracia para vivir y morir en el Sagrado Corazón”.
TEMA DE LA SEMANA: JUANA DE CHANTAL: SE PUEDE SERVIR A DIOS EN CUALQUIER ETAPA DE LA VIDA
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 23 de enero de 2022 No. 1385