En esta cuaresma seguimos reflexionando sobre el sacrificio de Cristo.
En nuestra vida, experimentamos un sin fin de sentimientos que muchas veces no son los más acordes a los de Jesucristo.
Las heridas, el sufrimiento y nuestras debilidades, muchas veces ocasiona que entreguemos a nuestros hermanos por querer tener más protagonismo y fama.
Hoy Jesús nos encomienda su viña, nos pide poner a producir nuestros talentos y dar abundantes frutos. Está en nosotros revisar: ¿Cuánto cuido lo que Dios me ha otorgado? ¿Lo desecho? ¿Mato a Dios en mi corazón porque he dejado entrar otras cosas distintas a Él? ¿Qué me mueve a amar a Dios?
Que durante esta reflexión del Evangelio de hoy 18 de marzo 2022, podamos descubrir las respuestas a la pregunta ¿En qué medida me dispongo para laborar la viña del Señor? ¿Soy trabajador entregado a la construcción del Reino? O en cambio ¿entorpezco la obra de Dios en mi vida?
Vivamos enamorados de Cristo para que, bajo ese sentimiento, logremos salir a predicar su palabra y llevar esperanza a aquellos corazones que tanto lo necesitan.
Dios te bendiga
Angelo De Simone