“La Iglesia también debe contribuir a sensibilizar a las poblaciones cristianas para desalentar a quienes ayudan a acercarse sigilosamente al enemigo”

Entrevista al Padre Dieudonne Rizinde Mahirwe, de la Congregación de los Misioneros de África (Padres Blancos)

Por Ana Paula Morales

¿Cómo describiría usted la persecución que realiza el grupo extremista Islámico Alianza de Fuerzas Democráticas (AFDLC) en contra de los cristianos?

La ADF que se transformó en ADFLC (Alianza de Fuerzas Democráticas para la Liberación del Congo) no solo persigue a los cristianos: es un grupo pro-islámico de origen ugandés. Están presentes en el este de la República Democrática del Congo, RDC, desde hace más de 25 años. Han estado atacando a civiles y al ejército congoleño desde 2014. Están en contra de los valores que predica la moral de la Iglesia, el Gobierno y la educación de la mujer. Desde 2012 las fuerzas ugandesas y las fuerzas armadas congoleñas se han unido con el objetivo de acabar con este grupo. Algo que no es fácil.

El ADF tiene vínculos con el antiguo movimiento LRA del Ejército de Resistencia del Señor de Uganda.

Después de los ataques de violencia contra las mujeres cristianas, ya sean niñas, adolescentes o adultas, ¿qué tipo de apoyo les brinda la Iglesia para que puedan superar los trastornos psicológicos y traumas a causa de las violaciones, secuestros y convertirlas en esclavas sexuales?

La región sigue bajo tensión. La Iglesia no puede tener las posibilidades de acudir en su ayuda, especialmente a nivel psicosocial, a pesar de su buena voluntad. Muy a menudo es difícil tener acceso a las víctimas: Ruwenzori, Kalango, Witcha, territorio de Beni y en la provincia de ITURI. Donde hay facilidad de acceso, las ONG lo intentan. No pueden establecerse donde no hay acceso. Quizás a través de Caritas interviene la Iglesia, pero las fuerzas del Orden deben acompañarlos. Se enfrenta a la misma dificultad de otras ONG. En términos de seguridad e incluso de infraestructura vial: carreteras sin urbanizar… Ante todos estos problemas en la región, la Iglesia sirve como vigilante o watchdog para alentar a las instituciones competentes del gobierno congoleño a ayudar a las víctimas, hacer justicia y resolver el problema de una vez por todas.

¿Qué repercusiones tienen para la fe de la Iglesia en el Congo el asesinato de un miembro de la comunidad, ya sea sacerdote, religioso, monja, religiosa; un laico padre de familia, una madre o los hijos?

Hay un impacto dada la convivencia de grupos étnicos. Está el grupo ADF que tiene cómplices en la comunidad, especialmente entre las etnias mayoritarias que son escépticas con otras comunidades. Si un sacerdote no es de esta comunidad y no está de acuerdo con su filosofía, puede sufrir persecución por parte del grupo ADF o de ciertos miembros de la comunidad étnica. En la comunidad hay quienes propugnan el espíritu xenófobo. El grupo ADF es de origen ugandés y no podría expandirse sin la complicidad de miembros de la comunidad local que trabajan en connivencia con ellos.

Cuando se ha perpetrado algún crimen de odio contra la religión cristiana, ¿Cuál es la actitud de las autoridades ante los hechos?

Las autoridades están casi abrumadas. El modo de funcionamiento de los ADF no está dominado. Vienen en secreto, disfrazados de gente local. Usa armas blancas o rifles. Tienen un modus operandi complicado, sobre todo porque no tienen sede. Vienen escondidos en la población, atacan una iglesia o una escuela y desaparecen en la selva virgen después de cometer atrocidades. ADF tiene una red internacional de operaciones. Están en la lista de grupos terroristas notorios. Algunos ya están soportando la peor parte de las sanciones internacionales.

¿Qué palabras de aliento les diría a los cristianos para que no desistan de su fe en medio de esta persecución?

Un esfuerzo del gobierno está en marcha. Pero en todo esto me parece que hay que promover la cohesión social entre las poblaciones que viven en la región. Como su modus operandi es complicado, sería necesaria una vigilancia mutua (involucrando la populación local) para localizar a los adeptos al grupo ADF mientras se escabullen o se esconden entre la población o en los bosques. En otras palabras, la Iglesia también debe contribuir a sensibilizar a las poblaciones cristianas para desalentar a quienes ayudan a acercarse sigilosamente al enemigo. Ante el problema de la convivencia étnica, la Iglesia debe esforzarse aún más en desalentar la xenofobia como siempre lo ha hecho, transmitiendo un mensaje de fe y de amor.

Esta entrevista fue posible gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada México.

Imagen de Tracy Angus-Hammond en Pixabay

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