Por Rubicela Muñiz
Uriel Esqueda es un estudiante de Derecho de 22 años de edad, que busca todos los escenarios posibles para alzar la voz en defensa de la vida, la familia, la democracia y la libertad religiosa. Conocedor de las leyes y su impacto en la sociedad, a través de su cuenta de Twitter con once mil seguidores, denuncia y protesta contra aquellas iniciativas que buscan coartar derechos básicos y universales.
Su acción más reciente fue ante el amparo de revisión 216/2022 que pretende prohibir la colocación de nacimientos navideños en espacios públicos en el municipio de Chocholá, Yucatán, luego de que un ciudadano manifestó haberse sentido discriminado por ello.
El asunto será votado en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero hasta el cierre de la edición nada estaba definido. Uriel, quien además realiza su apostolado en la Pastoral de Vida en la arquidiócesis de León, Guanajuato, habla de lo preocupante que resulta esto para la libertad religiosa, pero más preocupante aún, resulta la tibieza de los católicos para defender su fe.
Uriel, hoy tenemos sobre la mesa un tema que preocupa y que nos debe de ocupar como católicos, porque abre la puerta para afectar otros aspectos de nuestra fe, ¿no es así?
▶ El proyecto de amparo en revisión 216/2022 es un atentado gravísimo contra la libertad religiosa, aunque pareciera que únicamente le va a afectar al municipio del Estado de Yucatán. La realidad es que, si la mayoría de los que integran la Primera Sala de la Corte vota a favor del proyecto, se podría generar un antecedente en materia judicial que se pueda ser utilizado en cualquier otro municipio. La Corte no está facultada para ir más allá de lo que se les permite, pero es una realidad que a través de sus últimas sentencias ha asumido un papel de activismo judicial y eso es muy preocupante.
¿Es un criterio muy ambiguo?
▶ Sí, muy ambiguo porque lo dejan abierto a cualquier objeto religioso en espacios públicos. Cada día van avanzando y van midiendo cómo está respondiendo la sociedad mexicana. Por eso es importante presionarlos. Inclusive, Arturo Zaldívar, el presidente de la Corte, decía en Twitter: “A mí no me molesten, yo no integro la Primera Sala para el tema de los Nacimientos”. Pero obviamente sabe que existe la presión social, que estamos ahí.
¿La palabra discriminación se ha desvirtuado?
▶ Sin duda alguna. Yo creo que uno de los más grande conflictos con los cuales nos encontraremos como sociedad mexicana, es el tema del libre desarrollo de la personalidad, que es un criterio que tiene la Corte. Esto se explica así: lo que hago es correcto siempre y cuando no afecte al otro, pero lo que haga el otro sí me puede afectar a mí…, por eso puedo decir que eso afecta mi libre desarrollo. Son términos muy ambiguos que la misma Corte abrió y que no se da cuenta de los extremos en los que podemos caer.
¿Tiene esto que ver con “la igualdad sustantiva”?
▶ La otra vez me decían: “Bueno, están impulsando el tema de igualdad sustantiva”, que es un tema donde quieren eliminar el carácter de hombre mujer, o sea, que únicamente seamos personas. Pero, a ver, ¿y la lucha de años que han hecho, inclusive los grupos feministas por impulsar a las mujeres a que tengan espacios? Quedaría sin uso. Es un discurso doble el que utiliza la Corte y el que utilizan los legisladores.
¿Y es grave?
▶ Es gravísimo porque yo puedo decir que “me siento agraviado”. Luego, voy y pongo mi denuncia para que me reparen el daño moral que sufrí. Parece absurdo, pero esto es lo que sucedió en Yucatán. Pero eso también nos habla de que los grupos católicos no hemos estado preparados en relación con ello. Hemos dicho que esos temas judiciales o legislativos son aparte y no, no lo son.
A muchos la Suprema Corte de Justicia de la Nación les parece una fortaleza inexpugnable…
▶ La otra vez me preguntaban: “¿Con la Corte qué se puede hacer?” Pues, promover, por ejemplo un Amicus Curiae.* Pero la realidad es que casi nadie conoce lo que es y que se pueden poner ese tipo de recomendaciones. La Suprema Corte lo tiene que recibir.
¿Como sociedad civil?
▶ Justamente es la preocupación. Debemos de prepararnos en relación con lo que están haciendo y estudiar las sentencias y criterios que están estableciendo. Es una realidad que debemos buscar la manera de participar ya sea en la Corte, en los congresos, o en donde nos toque hacerlo.
Diferentes organizaciones, de las cuales eres parte, presentaron en la Suprema Corte más de 40 mil firmas en contra de este proyecto de amparo, ¿cómo se recolectó esta participación?
▶ Un día antes de que iniciara la votación se presentaron ante la Suprema Corte más de 40 mil firmas que fueron recolectadas a través de la plataforma de activate.org.mx. La agrupación “Hazte sentir” subió a la plataforma Actívate, de la cual soy el encargado, una campaña con el tema de los nacimientos y ahí se generó la participación ciudadana.
¿Y después?
▶ Después le dimos seguimiento y pusimos un Nacimiento afuera de la Suprema Corte en CDMX. Un mensaje claro, un símbolo en pro del respeto a la libertad religiosa. También hicimos entrega de un pliego petitorio con relación a los argumentos que debería de atender la Corte. Hay que recordar que el artículo 24 constitucional establece la libertad religiosa, y los tratados internacionales de los que México forma parte y que debería la Corte acatar. La recibieron y esperemos que todo esto haga presión a los ministros con relación a su votación.
En el supuesto caso de que el amparo de revisión sea aprobado, ¿qué nos toca a hacer a nosotros como católicos?
▶ Creo que es fundamental, sin importar la votación o el resultado de la votación, participar. El mayor problema es que los buenos no hacen nada y, aunque los malos son poquitos, la realidad es que la mayoría se queda silenciada. Vivimos ante una mayoría silenciada, que permite y que no participa en temas sociales y políticos porque lo ve alejado. Debemos de estar ahí, participando en donde se toman las decisiones porque ya vimos que sí nos afecta. Antes a quién se le ocurría preguntar: “¿Me afecta una decisión de la Corte?” ¡Pues sí, sí te afecta! Afecta tu fe y se están metiendo con tu fe porque no hiciste nada durante años y porque no ven presión social y se les hace fácil prohibir algo que es parte de nuestra fe, de nuestra cultura.
¿Hay esperanza?
▶ Aunque la votación no sea favorable, se puede acudir a instancias internacionales porque es una violación al derecho humano, a la libertad religiosa. No está perdida la batalla. Lo importante es entender que esto que está sucediendo es porque no hacemos nada; porque no estamos ahí; porque no estamos presionándolos; porque los demás grupos, aunque son cinco, no dejan de estar ahí y nosotros somos muchos, pero no va nadie. Los que hicieron esto son miembros de una ONG chiquitita y nos va afectar a millones. Nos queda participar e involucrarnos, porque si no estamos ahí participando activamente mañana no nos podemos lamentar.
¿Estamos viviendo una nueva persecución a baja escala?
▶ Sí. La puerta a las limitantes se va a abriendo poco a poco al estar sancionando a las personas que hacen sus demostraciones de fe. Me gusta mucho la analogía de cómo se cocinan ranas: primero las meten en agua fría y les van subiendo poco a poco la temperatura para que cuando menos se lo esperen, ya están siendo cocinadas. Es una realidad, poco a poco están subiendo el fuego. Ahorita estamos en agua tibia, ya no fría, pero va a llegar un punto en que va a estar hirviendo y no vamos a poder salir de la olla. No vamos a poder hacer nada.
¿Qué sigue, según tu opinión?
▶ Se van a ir a leyes secundarias, a decretos, a meterles miedo a los ayuntamientos, a los gobiernos estatales. Poco a poquito están metiendo presión y va a llegar un punto en que no vamos a saber cómo llegamos hasta ahí. La clave es que en este tipo de situaciones nos despertemos y levantemos la voz y activemos a las personas que nos rodean; que les podamos informar, porque esto no se transmite en los medios tradicionales.
El dato:
» La primera sala de la Corte tuvo su sesión el 9 de noviembre pasado, pero el asunto del amparo de revisión 216/2022 se pospuso hasta el miércoles 16 de noviembre.
* El término Amicus Curiae se refiere a un informe técnico de personas, grupos o instituciones interesadas en una discusión jurídica presentan en este caso ante la Corte sin ser parte del litigio, es decir, como “amigos de la Corte” (como Amicus Curiae)
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 20 de noviembre de 2022 No. 1428