Los constantes esfuerzos por ayudar, asistir y proteger a los migrantes retroceden cada vez que uno de ellos muere en su intento por llegar a un destino “mejor”. El éxodo de migrantes que comenzó en el 2018 en el territorio mexicano, ha provocado que los centros de ayuda, los albergues, trabajen al máximo a pesar de la complejidad y las muchas variables políticas, económicas, sociales y culturales.
Redacción
México es un país en tránsito: origen y destino de procesos migratorios. Y mientras que Estados Unidos reprime los cruces en la frontera, México debe alimentar y alojar a decenas de miles de migrantes desesperados por una vida mejor.
Las sombras
Con el paso de los años las muertes de los migrantes que transitan por México se han convertido en solo números. No se ha logrado una solución práctica y conveniente para detener su tránsito ni la violencia que estos sufren en su travesía.
Tan solo este 2023, previo a la Semana Santa, el peso de una tragedia pudo evitarse. La de 38 migrantes calcinados al interior de una estación provisional del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez (27 de marzo) y 27 heridos, de los cuales dos murieron días después.
Ante esta noticia el Papa Francisco se pronunció y durante su audiencia general en la Plaza de San Pedro pidió orar por las víctimas del incendio: “Recemos por los migrantes que fallecieron en un trágico incendio en Ciudad Juárez, en México.
Para que el Señor los reciba en su reino y dé consuelo a las familias. Recemos por ellos”. Cada vez son menos los que pueden llegar a los Estados Unidos y más los deportados debido a políticas tales como la implementación del Título 42, el cual es un mecanismo de deportación inhumano que acentuó la violencia física y emocional, la discriminación y una mayor vulnerabilidad de las personas deportadas.
De acuerdo con la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas del Gobierno Federal (UPMRIP), al cumplirse tres años de la puesta en operación del Título 42, Estados Unidos expulsó a 2.3 millones de personas a México. Esto además de la política de contención del gobierno mexicano que ha tenido como consecuencia una deshumanización del fenómeno migratorio a partir del creciente número de las organizaciones criminales, quienes han visto en las personas migrantes un negocio redondo a través del tráfico y la trata de personas.
Además de que, en Estados Unidos las personas migrantes comienzan a ser una suerte de divisa electoral, tanto para los republicanos como para los demócratas, apelando a diferentes narrativas para ganar aceptación entre militantes y simpatizantes, según el informe de Casa Monarca 2022.
Las luces
En el camino de los migrantes no todo es sombra, también se encuentran con lugares como Casa Monarca Ayuda humanitaria al migrante, A.B.P (Santa Catarina, N.L.) organización que ante esta variable política se da la oportunidad de acoger cada día a quienes por huir de la violencia y los conflictos políticos, llegan a su albergue en donde buscan despolitizar, con la intención de comprender mejor la dimensión humana de la movilidad.
Además, consideran que hay variables económicas que pueden brindarles a los migrantes oportunidades de empleo y buscan protegerlos mediante procesos legales y su estandarización, que mejoren las condiciones de aquellos que llegan a esta casa.
Su preocupación también es por los menores migrantes, solos o acompañados, que intentan ingresar a Estados Unidos o permanecer en México y cuyo estatus migratorio se agrava en el momento de ser “contratados” como trabajadores, desempeñando labores que, por el grado de explotación, atentan contra toda legislación laboral y, en particular, de los derechos humanos de éstos al ser víctimas del trabajo infantil en ambos lados de la frontera. La necesidad de Casa Monarca de promover e integrar se convierte en una oportunidad para impulsar políticas públicas a favor de la población migrante y refugiada a la que sirven, en especial a las y los menores, ya que cuando emigra la niñez, emigra la esperanza.
La misión no ha sido sencilla, enfrentan una serie de factores que trastocan la dinámica de trabajo y que les permiten demostrar su capacidad de respuesta como equipo de trabajo, su adaptabilidad, resiliencia y voluntad como organización que quiere seguir brindando servicios y atenciones a las personas migrantes, refugiadas y desplazadas.
Casa Monarca
¿Cómo ayudar?
https://casamonarca.org.mx/apoyanos/
Una luz para los migrantes
El trabajo de Casa Monarca, a pesar de la disminución de aportaciones y la pandemia del Covid-19, deja de rendir frutos en el área legal, psicosocial y humanitaria con los siguientes resultados en el 2022:
Población
- 5,274 personas
- 2,992 hombres (56%)
- 2,282 mujeres (44%)
Servicios
- 5,066 orientaciones legales individuales (incluye asesorías vinculadas al asilo en E.U.).
- 4,227 asesorías legales vinculadas a trámites migratorios o de refugio en México.
- 3,674 atenciones psicosociales.
- 1,214 orientaciones, asesorías y vinculaciones sobre empleabilidad.
- 860 orientaciones y acompañamientos en búsqueda de vivienda.
- 686 orientaciones, asesorías y acompañamientos sobre inserción escolar.
- 120 personas albergadas por noche.
Tres principales nacionalidades
- Honduras 61%
- Nicaragua 11%
- El Salvador 11%
Nueva casa
El 19 de abril del 2022 se inauguraron las nuevas instalaciones de Casa Monarca bajo la dirección del padre Luis Zavala.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de abril de 2023 No. 1448