La situación en Sudán se ha recrudecido en los últimos días. Se pueden ver violentos enfrentamientos que no cesan entre el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo rápido y el Ejército Sudanés, que han afectado ya a más de 400 civiles, incluidas las comunidades cristianas, que además de ser minoría, viven en una gran pobreza.
Hay escasez de agua, las temperaturas en la capital de Jartum superan los 38°C, por lo que las personas se dirigen al Nilo Azul que atraviesa la capital, para conseguir el vital líquido. Sin embargo, es peligroso atravesar la ciudad y el agua del río está sucia y necesita ser purificada; los mercados están vacíos, no hay combustible.
Por otro lado, la iglesia de Bahri, en el norte de Jartum Sudán, ha sido alcanzada por una bomba. Además, los combatientes también han entrado por la fuerza en la catedral de Jartum y una capilla perteneciente a una congregación religiosa ha sido bombardeada.
A pesar de esta situación, las iglesias han abierto sus puertas para ofrecer cobijo y refugio a la gente en la capital sudanesa de Jartum y en toda la región de Darfur en Sudán, sacerdotes, religiosas y misioneros están firmes en sus comunidades que sufren en medio de la guerra:
“Quiero quedarme hasta el último minuto, porque no quiero dejar sola a mi gente. Muchos de nuestros católicos han acudido al templo con nosotros, pues aquí, la Iglesia es su esperanza. Nosotros nos vemos aquejados por los mismos problemas que el resto de la población, pero seguiremos aquí”.
Dice un sacerdotes encargado de un proyecto apoyado por ACN en la zona y del cual nos reservamos su nombre por motivos de seguridad.
Nuestros hermanos en Sudán te necesitan, no podemos abandonarlos en este momento tan difícil.
Por favor ayuda a nuestros hermanos que sufren a través de ACN México: https://acn-mexico.org/quiero-donar