Redacción / El Observador
La gran cantidad de información que circula en las redes sociales y medios digitales sobre los nuevos libros de texto de la Secretaria de Educación Pública (SEP), pone a maestros, padres de familia y al resto de la sociedad, a cuestionar el rumbo de la educación en un país que registra más de 20 millones de personas con rezago educativo (INEGI). A este fenómeno que se incrementa por la falta de recursos, y más recientemente por la pandemia, ahora se suma el bajo nivel educativo analizado en los libros de nivel básico para el ciclo 2023-2024.
Las peticiones van desde una revisión completa de los materiales antes de ser distribuidos, hasta su cancelación definitiva. En tanto, los análisis cuestionan las intenciones del contenido, acusando comunismo, adoctrinamiento e ideología de género, sesgo político, además de contenidos plagados de errores.
Comunismo y desigualdad
El titular del noticiero estelar de Televisión Azteca, Javier Alatorre, con los libros de texto en mano, afirmó que “México está en peligro por un virus que se creía ya erradicado, el virus comunistas. Su resurgimiento está en la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública busca imponer a los niños y las niñas de México”, dijo ante la audiencia.
Para Gabriela Araujo Pardo, presidenta de la Sociedad Matemática Mexicana, “los libros hablan de pensamiento matemático al estilo de la pedagogía de Freire Paulo (Pedagogo brasileño, 1921-1997), que tiene que ver con trabajar tus conocimientos a partir de tu espacio, pero sí tienen que tener run rigor matemático independientemente de esa contextualización, porque si no, todo se ve salpicado, como hecho a modo”.
En la guía para maestros y maestras, añaden, “se enseña a los docentes a reflexionar sobre conceptos como opresor, oprimido, clases sociales. Es lo que la nueva escuela mexicana espera que sus maestros transmitan a los niños de primaria y secundaria. Que sumados a los errores en los libros profundizará la desigualdad”.
“Aquí la preocupación es que las desigualdades sociales se van a hacer más grandes porque los niños de escuelas privadas van a tener materiales complementarios y van a seguir con sus libros, y van a seguir estudiando matemáticas. Aquí el problema son los niños de escuela pública que solo van a tener estos materiales”, concluyó Alma Maldonado, investigadora del CINVESTAV.
Sesgo político
En entrevista para El Universal, Alma Maldonado, después de analizar el libro “Ética, naturaleza y sociedades”, que llegará a alumnos de primero de secundaria el próximo 28 de agosto, señala que este presenta sesgos ideológicos y políticos.
Indica que “el material de 352 páginas que forma parte de la colección Ximhai para primer grado, tiene 51 contenidos (artículos o textos): 20 temas de Geografía, 23 de Historia y 8 de Formación Cívica y Ética. En el libro, algunos contenidos se repiten, aparecen con algunas variantes en dos o las tres materias; prevalecen materiales sobre poblaciones afromexicanas, indígenas, los sismos, las luchas territoriales, los movimientos poblacionales, la pluriculturalidad, los saberes ancestrales, el maíz, el racismo, el clasismo y la desigualdad; así como el Modelo de Bienestar Social y el buen vivir como unWa visión contrahegemónica latinoamericana”.
El sesgo ideológico “se nota desde los textos de presentación, que señalan que el libro es resultado de una lucha social histórica y que la colección de textos, por su forma narrativa, permite ejercitar una discusión descolonial y demodiversa que reconozca al multiculturalismo que caracteriza a nuestro país, como la base dialógica para la construcción de visiones educativas esperanzadoras”, apunta Maldonado.
La investigadora del CINVESTAV destaca que “al abordar, en la página 43, las causas de la desigualdad socioeconómica, indica que las sociedades modernas capitalistas de política neoliberal han avanzado en la explotación de parte de un pequeño grupo hacia la mayoría de la población, generando más cantidad de pobres y una minoría de ricos”.
“El neoliberalismo ha eliminado las conquistas de los trabajadores, así como las plazas en los puestos de trabajo; ha quitado poco a poco la posibilidad de obtener una pensión económica al concluir determinados años de trabajo; ha aumentado la intensidad de las jornadas laborales; ha vendido las empresas administradas por el Estado a particulares; ha aumentado la inseguridad en el empleo; ha generado la existencia de unos cuantos grandes ricos y, al mismo tiempo, grandes ejércitos de trabajadores en la pobreza”, se puede leer en el libro.
Los padres, los principales educadores
Si nos echamos un clavado en la información que circula en los medios de comunicación y las redes sociales, encontraremos opiniones de todo tipo, a favor y en contra. Pero independientemente de que los libros lleguen o no a manos de maestros y alumnos, deben ser los padres los primeros educadores. Toca reforzar desde casa los conocimientos, señalar los errores de los textos (que no deberían tener), orientar a los niños a tener un pensamiento crítico que les permita cuestionar ciertas partes de la historia, la ideología que hoy se fomenta, y todo aquello que se considere pueda ser perjudicial.
No vale dejar todo a los maestros, que si bien tienen la responsabilidad de transmitir y enseñar, muchas veces no les alcanza el tiempo para desarrollar los temas de manera correcta en el aula. En las escuelas públicas la cantidad de niños por salón supera los 40 alumnos y no todos se encuentran al mismo nivel para avanzar conforme lo dicta el programa. Así que cada docente va desarrollando el material como puede y, a veces, solo como apoyo.
“Los problemas con los libros de texto son la ignorancia supina, el desconocimiento de los temas, la falta de rigor pedagógico, el maniqueísmo y la mediocridad puestas al servicio de la educación desde una ideología dogmática y trasnochada”. Alejandro Rosas, divulgador de la historia y escritor.
“El problema no es plantear que existe la duda debatible de un fraude en 2006, sino omitir el debate de la erosión democrática en el mundo por el populismo radical. El problema no es hablar de la 4T, sino que los libros resultaron igual de chafas que todo su gobierno”. Luis Cárdenas. articulista de El Universal
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 13 de agosto de 2023 No. 1466