Por Rebeca Reynaud
¿Cómo se define el noviazgo? Novio: “no-vio”. Es broma, por supuesto. La diferencia entre novio y amigo está en que en el noviazgo hay exclusividad y en la amistad, no.
El noviazgo es una etapa de preparación para el matrimonio en la que, de mutuo acuerdo, un hombre y una mujer, inician una relación exclusiva, que puede terminar en el enamoramiento. Es una etapa que pasa de la mera simpatía o del simple “gustarse” a una nueva relación de mayor conocimiento, donde se debe de investigar si hay una identificación moral y espiritual, o si no hay tal compatibilidad.
El noviazgo es, por su misma naturaleza, una condición transitoria, que termina en matrimonio, la convivencia o en ruptura. La experiencia demuestra que es mejor que el noviazgo sea breve, de un año quizás; más no porque empiezan las “confianzas”, y se puede “caer” porque el amor es de suyo unitivo. Como a f uerza, ni los zapatos entran, basta la voluntad de una de las partes para que cese el compromiso.
¿Para qué estamos en la tierra? De la respuesta a esa pregunta depende cómo debe ser mi noviazgo. ¿De qué voy a hablar con mi novio? De tu “yo íntimo”, del sentido de la vida que tienes y que él tiene, de la educación de los futuros hijos… o de banalidades.
¿Cómo se define el amor? El amor es un misterio. ¿Por qué me gusta éste, y éste otro no? la Mitología griega lo explica por la intervención de cupido o por el uso del Filtro mágico.
La experiencia demuestra que es mejor que el noviazgo sea breve, de un año quizás, o poco más; más no porque empiezan las “confianzas”, y se puede “caer” porque el amor es unitivo, aunque hay excepciones, ¡claro!
La psicología del varón y de la mujer son diferentes. Una mujer descansa cuando habla. Un hombre se cansa cuando habla. Inteligencia del varón: tiene compartimentos.
Hay que partir de que, el modo de sentir del otro es distinto del mío. Hay mujeres que tienen criterios de elección: que tenga buen carácter, que sea trabajador y equilibrado, con bondad y religiosidad. Aspecto moral. Hay que tomar en cuenta que, si el varón –o la mujer- es promiscuo o borracho, no se le quita a la primera.
El alcoholismo, como todo vicio, es peligroso. Al tener novio, piensa que escoges al padre o madre de tus hijos.
Dios nos hizo para amar y ser amados. Lo más importante de la vida es el amor sin fecha de caducidad. El amor es por tanto la vocación fundamental e innata de todo ser humano. Cuando la gente se enamora quiere “estar con”, “estar sólo con”, y quiere “estar siempre con”.
Amar es querer el bien; no es fácil perseguir el bien del otro porque hay una tendencia fuerte al egoísmo. Aquel bien que le ofrecemos a la persona amada ha de ser un bien real ha de ser algo que la mejore, y no que me beneficie sólo a mí.
Pureza en el noviazgo. Si no es honesto en un terreno, tampoco lo será en el otro. Cuando un hombre pide a la novia la “prueba de amor” y luego se llega a casar con ella, toda la vida sospechará que “lo volvería a hacer con otro”.
Decía el poeta: “¡Me ha visto, me ha mirado! Hoy creo en Dios”. Los que aman de verdad, están hablando el lenguaje de Dios. Cuando se ama todo el universo resplandece, vemos una belleza que antes era desconocida: todo se transfigura.
Cuando muere la persona amada, todo el universo muere con él por unos momentos.
Durante el noviazgo no se advierten los defectos –no se conocen-; después de un tiempo se descubren, y esto rompe muchos noviazgos.
La gente suele decir que el amor es ciego. Lo ciego no es el amor sino el odio. Cuando una persona se enamora ve lo bueno y lo malo. La bondad que ve es claramente su verdadero ser.
Alicia von Hildebrand señala: Al que ama se le concede el privilegio especial de descubrir, con una increíble intensidad, la belleza del que ama, mientras que otros sólo ven su aspecto exterior y sus defectos. Ves a Fulanito con más claridad que cualquier otro ser humano.
Para que el amor crezca es necesario que supere dificultades, por eso es contradictorio que –ante una dificultad- se busque el divorcio, porque éste impide que crezca el amor. Para superar esa dificultad tengo que aprender a amar.
El amor no muere, nace eterno por definición. Si desaparece es que nunca ha existido –ha habido sentimiento, atracción, afán de seguridad…- o que yo lo haya matado. Es frecuente que se descuide estar en los detalles. Este proceso puede ser lento e imperceptible; sólo se advierte cuando parece que no tiene remedio, ¡y sí lo tiene! Si se deja una planta sin agua y sin abono, puede aparecer fresca, y día para otro se seca.
Construir el amor día a día es nuestra tarea. Si no lo haces crecer, lo haces perecer.