El musulmán Joseph Fadelle quiso convertir al islam a un católico y terminó convertido al cristianismo.
El Observador / Redacción
Joseph, ahora vives en Francia y hay una corriente de pensamiento que dice que ahí el laicismo se da en contra de los católicos, pero no con los musulmanes que emigran, ¿ha perdido su identidad católica este país desde tu punto de vista?
La verdad, el problema viene de los políticos en todo el mundo, no nada más en Francia. Pero Francia es la hija mayor de la Iglesia y, primeramente Dios, va a regresar y va a seguir siendo siempre la hija mayor de la Iglesia. La verdad es que en Francia los católicos no son tan perseguidos como en los países árabes, aunque sí hay persecución.
Y la verdad es algo político porque al islam, cuando vota, le construyen una mezquita, entonces, es algo de conveniencia. Y seguramente es un acto diabólico porque no quieren que el catolicismo crezca y siempre están contra la Iglesia.
Pero gracias a Dios también hay muchas personas que se convirtieron al catolicismo.
¿Es verdad el peligro de una Francia mayoritariamente musulmana?
Así se escucha en las redes sociales y no es verdad. Los musulmanes no son la mayoría, son muchos, es un número muy grande, pero no son la mayoría en Francia”.
Un pensador francés, Rémi Brague, nos decía hace tiempo que el diálogo con el Islam es poco posible porque el Islam se reconoce a sí misma como la única religión verdadera, ¿es esto así?
Sí, es cierto que el Islam es una religión muy cerrada y, además, permiten matar a otras personas que tengan otra religión diferente al Islam. Y quiere que el ser humano regrese a un punto histórico atrás, regresar antes de la era de Jesucristo, al tiempo de anterior. Y eso tampoco es sano para el tiempo actual.
¿Es posible dialogar con el Islam?
La verdad yo estoy apoyando un dialogo religioso, pero con el Islam no hay manera de poder dialogar. Entre ellos hay reuniones en la mesa, al momento de cenar, de platicar, de bromear, pero profundamente no hay diálogo entre ellos. No hay manera de entrar en esos temas.
No en el anciano, en el musulmán. Tengo un punto que me gustaría compartir con ustedes, que un musulmán tiene el permiso, tiene el derecho de mentir, puede mentir en tres casos: Puede mentir durante una guerra, puede mentir para otra persona musulmana y puede mentir a su esposa.
Y por eso no hay diálogo entre ellos, porque tienen el derecho de mentir. Entonces no se puede saber la verdad. Pueden decir cualquier cosa y es un derecho en su ley, en el Islam.
¿Cuál fue en el fondo, Joseph, el motivo principal de tu conversión al catolicismo?
Yo no busqué convertirme al catolicismo. Yo siempre pienso y pensé que Dios me buscó para jalarme por su lado. Y yo me considero la moneda perdida que Dios bajó a buscar.
¿Cómo consideras que ese fue el camino que Dios te estaba pidiendo, que era Él?
Tuve un primer encuentro con una persona católica y mi objetivo era poder convertir esta persona al Islam. Pero él me dijo una frase muy importante, me dijo: “Tienes que leer el Corán y entenderlo, y ser honesto contigo mismo”.
Entonces me fui a resolver muchas dudas que tuve al leer el Corán con el jefe religioso, y después de una búsqueda muy larga descubro que Dios me ayudó para dejar al Islam y me quedé un tiempo sin religión.
Y después de ese tiempo, me encontré con Jesucristo y lo conocí aún más. Y por eso sentí un trato especial de parte de Dios, porque me dio un tiempo para purificarme y poder dejar el Islam. Conocí más al catolicismo a través de su palabra.
¿Qué necesita un católico para saber que tiene la verdad de su lado?
Es suficiente la palabra de Dios cuando nos pide amarnos unos a otros. Si aplicamos eso, ya no tenemos que cerrar nuestra puerta con llave y candado. Esto suficiente.
Si aplicamos esta frase, con ello nos salvamos.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 19 de noviembre de 2023 No. 1480