Por Monseñor Joaquín Antonio Peñalosa
Abra usted, lector amigo, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, compuesto por mi señor don Miguel de Cervantes Saavedra, príncipe de los ingenios, en los capítulos 42 y 43 de la segunda parte. Los consejos que ahí da don Quijote a Sancho Panza antes de que este marchara a gobernar su ínsula, vienen como anillo al dedo a próximos y futuros gobernantes de la nación. Por ejemplo…
- Has de poner los ojos en quién eres procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey.
- Acompaña la gravedad del cargo que ejercites con una blanda suavidad que, guiada por la prudencia, te libre de la murmuración maliciosa.
- Préciate más de ser humilde virtuoso que pecador soberbio.
- Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que presumen de agudos.
- Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre, pero no más justicia que las informaciones del rico.
- Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, como por entre los sollozos e importunidades del pobre.
- Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no cargues con el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
- Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia.
- Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún tu enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la verdad del caso.
- No te ciegue la pasión propia en la causa ajena, que los yerros que en ella hicieres, las más veces serán sin remedio, y si le tuvieren será a costa de tu crédito.
- Si alguna mujer hermosa corriere a pedirte justicia (o chamba), quita los ojos de sus lágrimas y tu vista de sus gemidos y considera despacio la sustancia de lo que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus suspiros.
- Si has de vestir seis pajes, viste tres y otros tres pobres, y así tendrás pajes para el cielo y para el suelo.
- Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto ni cumple palabra.
- Que te cortes las uñas, sin dejarlas crecer como algunos lo hacen…
Utilísimos consejos en bellísimo lenguaje, escritos en 1615, pero valederos para 1988 y siguientes.
“Si estos preceptos y estas reglas sigues -señor premandatario-, serán luengos tus días, tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible, vivirás en paz y beneplácito de las gentes” (Porque son las gentes, el pueblo mondo y lirondo, el ciudadano de a pie, el contribuyente anónimo y nadie más, quien da el verdadero beneplácito a sus gobernantes).
*Artículo publicado en El Sol de San Luis el 1 de julio de 1988 y en El Observador el 2 de julio de 2023. Por la importancia del tema electoral, lo volvemos a publicar.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de marzo de 2024 No. 1495