La Liturgia de las Horas —la oración oficial de la Iglesia romana para los principales momentos del día— en las «intercesiones» de Vísperas hay a menudo intenciones por los gobernantes:
«Dueño y Señor de los pueblos, acude en ayuda de todas las naciones y de los que las gobiernan: que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz» (martes de la primera semana del tiempo ordinario).
«Ilumina a los que tienen la misión de gobernar a los pueblos y dales sabiduría y prudencia» (martes de la segunda semana del tiempo ordinario).
«En tus manos, Señor, están el corazón y la mente de los que gobiernan: dales, pues, acierto en sus decisiones para que te sean gratos en su pensar y obrar» (martes de la tercera semana del tiempo ordinario).
«Que los que tienen en su mano los destinos de los pueblos no cuiden sólo del bienestar de su nación, sino que piensen también en los otros pueblos» (martes de la cuarta semana del tiempo ordinario).
«Rey de la paz, concede abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las naciones para que cuiden con interés de los pobres y postergados» (sábado de la cuarta semana del tiempo ordinario).
«Te pedimos por los que rigen los destinos de las naciones: que cumplan su misión con espíritu de justicia y con amor, para que haya paz y concordia entre los pueblos» (viernes de la tercera y quinta semana de Pascua).
«Tú que recibiste todo poder en el cielo y en la tierra para dar testimonio de la verdad, guarda en tu verdad a quienes nos gobiernan» (viernes de la segunda y cuarta semana de Pascua).
«Llena de tu Espíritu a los que dirigen los destinos de los pueblos, para que sean servidores del bien común» (martes de la séptima semana de Pascua).