Por Rubicela Muñiz

Ejercer el periodismo católico no es asunto sencillo y El Observador de la Actualidad conoce bien ese panorama. Apegarse a la verdad y a las enseñanzas de la Iglesia es una tarea de casi 30 años, de altas y bajas, cuyo único propósito es marcar diferencia, orientar desde distintas aristas, en temas diversos como política, economía, vida, familia, libertades, etc., buscando siempre ser un referente entre sus iguales y los medios seculares.

El Observador de la Actualidad es un semanario creado para informar y sobre todo para formar, llevando hasta los hogares y centros de reunión y formación, no un producto comercial sino un servicio eclesial.

LA POLÍTICA

Para El Observador, a diferencia de los medios seculares, no hay un color de partido para defender o promocionar. Lo que siempre busca es alertar, orientar e invitar a los lectores a ser parte de las decisiones de este país, promoviendo la democracia y el derecho a informarse.

De igual manera, da a conocer todo aquello que, en esta materia, surja desde la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), un organismo que, al igual que El Observador, se preocupa por el pueblo de Dios, porque sea un pueblo atento a las decisiones que toman, o que piensan tomar quienes nos gobiernan.

Así mismo, comulga con la postura que nuestros pontífices han tenido respecto a este tema a lo largo de la historia, pues han sido claros en señalar que la política “debe ser un compromiso para la justicia y crear así las condiciones de fondo para la paz” (Benedicto XVI, 22 de septiembre de 2011, Alemania).

LA VIDA Y LA FAMILIA

Con respecto a la vida y la familia, a diferencia de los medios seculares, constantemente se les da voz a movimientos, organizaciones, asociaciones que luchan contra ideologías que menosprecian la vida y a la familia.

Ha sido un espacio para el cine de valores, tanto secular como religioso, dando voz a directores, actrices y productores que se abren camino en el difícil mundo del entretenimiento, en donde lo que más se consume tiene que ver son sexo o adicciones.

Todo aquel que se atreve a defender la vida y la familia lucha contra el “monstro” del internet que mueve conciencias y crea ideologías a través de series, películas, podcats, cantantes, actores y actrices que responden al orden mundial. La eutanasia y el aborto son promovidos un día sí y el otro también.

LA LIBERTAD

En un medio como El Observador los periodistas católicos gozan de libertad para expresar su opinión con respecto a los temas de actualidad, los conflictos políticos y sociales, y de la misma Iglesia.

El Observador es un medio que encuentra su libertad en las iglesias que le abren las puertas, en cada uno de los lectores que se informa, pero a la vez se forma; en cada niño que resuelve las actividades (crucigramas, sopas de letras) que se le dedican; en cada puerta que se le abre.

LOS ESPACIOS QUE NO SON POSIBLES

Ningún medio secular dedica páginas completas, espacios en radio, televisión o redes sociales al quehacer de la Iglesia o sus fieles, a menos que se trate de un escándalo. Basta con monitorear un poco estos medios para darse cuenta de que ni las buenas obras de la Iglesia, ni las acciones de movimientos y organizaciones, son noticia. La Iglesia en los medios seculares no vende.

Ese es el compromiso de El Observador: difundir, atender y resaltar las buenas obras, la caridad, la vida, la familia y los derechos humanos en todos los ambientes, siempre en concordancia con el magisterio de la Iglesia.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 25 de febrero de 2024 No. 1494

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