Por monseñor Ramón Castro y Castro, Obispo de Cuernavaca y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano

Ante las elecciones del 2 de junio de 2024 en México, Monseñor Ramón Castro y Castro nos ofrece un Decálogo del Laico Católico, una guía esencial no solo para enfrentar el evento electoral con sabiduría y compromiso, sino también para vivir nuestra fe en el ámbito público de una manera que fomente el bienestar común y la integridad democrática.

Este decálogo –que fue leído por monseñor Castro en la última Caminata por la Paz (Cuernavaca, junio de 2023)– es un llamado a reflexionar sobre nuestro papel como ciudadanos y creyentes en una sociedad que se encuentra en un momento crucial de su historia.

  1. Amor por la Patria y Legado para la Descendencia: Este principio nos recuerda que nuestra participación en la vida pública debe estar motivada por un profundo amor por nuestra nación y el deseo de contribuir a un futuro mejor para las generaciones venideras. Como laicos católicos, estamos llamados a ser constructores de paz y justicia, dejando un legado de bienestar y armonía.
  2. Realismo en la Observación: En un mundo inundado de información, a menudo contradictoria, se nos insta a mantener los ojos abiertos, a ser realistas y críticos ante la información que recibimos. Esto significa evitar la ingenuidad, no ser cómplices del mal y reconocer la complejidad de los problemas sociales y políticos.
  3. Búsqueda del Bien Común: La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que el bien común es el fin último de la vida en sociedad. Este principio nos anima a promover el bienestar de todos, no solo el propio o el de un grupo particular, en nuestras decisiones y acciones políticas.
  4. Visión Integral en la Elección de Candidatos: La defensa de la vida, la familia, la justicia y el desarrollo sostenible son todos aspectos intrínsecos del bien común. Al elegir representantes, debemos considerar su compromiso con estos valores fundamentales, buscando candidatos que promuevan una sociedad más justa y fraterna.
  5. Universalidad de los Bienes Deseados: En sintonía con el principio de universalidad del bien común, debemos desear y trabajar por el bienestar de todos los miembros de la sociedad, reconociendo nuestra interdependencia y la dignidad inherente de cada persona.
  6. Contribución Positiva a la Sociedad: Se nos llama a ser agentes de cambio positivo, evitando comportamientos destructivos o dañinos. Nuestra acción debe enriquecer la comunidad, no empobrecerla.
  7. Compromiso con la Participación Política: La apatía y el desinterés socavan los cimientos de la democracia. Como laicos católicos, debemos entender la política como una noble vocación que busca el bienestar común y participar activamente en ella.
  8. Discernimiento del Voto: Reconociendo que no existen candidatos perfectos, nuestro deber es discernir críticamente cuáles entre ellos están más alineados con los principios del Evangelio y los valores democráticos, eligiendo aquellos que mejor promuevan el bien común.
  9. Responsabilidad Electoral: Nuestra responsabilidad como ciudadanos no termina al emitir nuestro voto; incluye también incentivar la participación informada y responsable de otros y, si nos corresponde, servir con integridad como funcionarios de casilla.
  10. Respeto por los Resultados Electorales: Finalmente, el decálogo nos recuerda la importancia de aceptar los resultados electorales con madurez y civismo. Ganar o perder son aspectos inherentes al juego democrático, y el respeto por los resultados es fundamental para la salud y estabilidad de nuestra democracia.

Este decálogo no es solo una guía para la acción política, sino un llamado a vivir nuestra fe de manera activa y consciente en el espacio público. Como laicos católicos, tenemos el deber de contribuir a la construcción de una sociedad que refleje los valores del Evangelio, promoviendo la justicia, la paz y el bienestar común. La participación en las elecciones del 2 de junio de 2024, y en todos los aspectos de la vida pública, es una oportunidad para dar testimonio de estos valores y trabajar por una México más justo y fraterno.

 

*Se reproduce con permiso expreso del autor.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 28 de abril de 2024 No. 1503

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