Por Miriam Apolinar
Desde el siglo XVII, la devoción a la Virgen de Guadalupe ha crecido de manera impresionante, convirtiéndose en una de las expresiones religiosas más influyentes de todo el mundo. Conocida como “La Morenita del Tepeyac”, su figura no solo es un emblema espiritual, sino también un símbolo cultural que une a millones de personas, trascendiendo fronteras geográficas y religiosas.
Su historia en Europa tiene raíces profundas y fascinantes. Según registros históricos, la Virgen de Guadalupe llegó al continente europeo en el siglo XVII. En Francia, específicamente en la ciudad de Abbeville, cuentan que unos marinos españoles que sobrevivieron a un naufragio en el río Somme llevaron una imagen de la Virgen como muestra de gratitud por su salvación.
El sueño de llevar la Virgen a Notre Dame
El proyecto de llevar una imagen de la Virgen de Guadalupe a la Catedral de Notre Dame comenzó en 1937, cuando el Episcopado Mexicano de común acuerdo con el Papa Pío XII y el Arzobispo de París, Cardenal Jean Verdier, realizaron los trámites para llevar a cabo este importante proyecto. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial retrasó su realización por más de una década. Finalmente, en 1949, la imagen de la Morenita llegó a la emblemática Catedral, respetando las dimensiones exactas de la tilma original y siendo elaborada por la Fábrica de Mosaicos del Vaticano.
La coronación de la Virgen de Guadalupe tuvo lugar el 26 de abril de 1949, un evento histórico que contó con la presencia de importantes figuras religiosas, como el nuncio apostólico, el arzobispo de México, el cardenal de Francia, así como arzobispos y obispos de diferentes países. La corona de la Virgen fue realizada en París por los hermanos Mellerio, los joyeros más antiguos del mundo, utilizando oro de 18 quilates y adornada con perlas y esmeraldas.
Un legado que perdura
La historia de la devoción guadalupana en la Catedral no solo ha sido preservada, sino que sigue viva gracias a la labor de Sandra Lupercio, quien desde hace 34 años organiza los festejos guadalupanos cada 12 de diciembre en este histórico recinto, reconocido como patrimonio de la humanidad.
En entrevista exclusiva para El Observador de la Actualidad, la regiomontana Sandra Lupercio, quien reside en Francia desde hace varios años, ha logrado que uno de los santuarios marianos más emblemáticos del mundo, la Catedral de Notre Dame, se una a la celebración de la Solemnidad de la Virgen de Guadalupe. Al son del mariachi y con el inconfundible sabor de los tamales mexicanos, esta fiesta, que es una de las más importantes para el pueblo mexicano y latinoamericano, ha encontrado un lugar especial en el corazón de Europa gracias a su dedicación.
Al inicio, en los años 90, la misa tenía lugar en la Capilla de la Virgen de Guadalupe situada en el ala norte de la Catedral y el número de asistentes fue aumentando año con año, por lo que en 1999 se realizó en la parte correspondiente al Coro litúrgico y a partir del año 2000, por primera vez, la celebración tuvo lugar en toda la Catedral de Notre-Dame y contó con una asistencia numerosa.
En 2010, la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura francés reconoció la Festividad de Nuestra Señora de Guadalupe al incluirla en su catálogo de Patrimonio Cultural Inmaterial. En 2019, el ministerio le otorgó el Emblema de Patrimonio Cultural Inmaterial en Francia, un distintivo especial para la celebración.
Retos y adversidad en el camino
Estos logros no han sido nada fácil, comenta Sandra Lupercio, pues la organización de la Festividad ha tenido que superar retos y diversas situaciones, tales como por ejemplo, en 1995 cuando estalló una ola de huelgas masivas de trabajadores franceses.
“Aquí se paralizó el transporte. Moverse en auto era muy complicado, la gente tenía que caminar horas a su trabajo o moverse en bicicleta. La huelga comenzó el 24 de noviembre y terminó 10 días antes de la Navidad. Así que a esta celebración llegaron invitados y hasta algunos de los mariachis en bicicleta”, recordó.
Otro acontecimiento fueron los atentados del 13 de noviembre de 2015 en la capital francesa.
“Felizmente se logró mantener la realización de la Festividad Guadalupana, me acuerdo de que esta celebración fue muy emotiva pues, de cierta manera, proporcionó un consuelo a los asistentes a la misa, ya que muchos fieles me comentaron que encontraron paz y reconfortanza”, compartió Lupercio.
Sin duda, el 15 de abril de 2019 quedó tristemente grabado en la memoria de Francia y del mundo entero. Ese día Notre Dame, una de las Catedrales góticas más antiguas y emblemáticas del planeta, sucumbió a un devastador incendio que derribó la aguja y la cubierta de este icónico símbolo de París, poniendo en pausa ocho siglos de historia. Luego, en el año 2020, se presentó la crisis sanitaria a nivel mundial.
“Estos hechos no me hicieron desistir, pues era en esos momentos cuando más la gente necesitaba sentir un respiro espiritual, y eso fue lo maravilloso: las celebraciones que ofrecieron alegría y paz, ese mensaje de la Guadalupana que nos decía: ‘¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?’. En ese tiempo, con los templos cerrados y en pleno proceso de reconstrucción de la Catedral, mi pensamiento fue de perseverar y dar continuidad a la realización de la Festividad Guadalupana en París”, añadió.
Cabe recordar que durante la reconstrucción de Notre-Dame, la sede alterna para las celebraciones fue la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois. “La misa del 12 de diciembre 2020 se logró celebrar respetando todas las normas sanitarias, con la aplicación de los requerimientos correspondientes a la situación y el debido control del número de asistentes, se llevó a cabo el festejo en honor de la Morenita del Tepeyac”, aseguró.
La reapertura de la Catedral de Notre Dame: La Guadalupana Intacta
El 7 de diciembre, la Catedral de Notre Dame reabrió sus puertas tras cinco años de restauración, marcando un hito importante en la recuperación de este símbolo arquitectónico e histórico. A pesar de los graves daños causados por el incendio de 2019, un detalle sorprendió a muchos: el altar de la Virgen de Guadalupe, ubicado en una de las naves laterales, permaneció intacto. “Al estar lejos de la nave central, no cayó sobre ella ninguno de los objetos que se destruyeron durante el incendio. Aunque el humo causó estragos, la Virgen de Guadalupe está intacta”, afirmó Sandra. Actualmente, la imagen de la Morenita se encuentra en una capilla más grande y luminosa.
Es importante destacar que los festejos de 2024 formaron parte de la semana de celebraciones de la reapertura de la Catedral.
La celebración de la Virgen de Guadalupe en Notre Dame reúne cada año a feligreses, diplomáticos latinoamericanos, sacerdotes, estudiantes y personas de otras creencias. “La comunidad franco-mexicana se siente orgullosa de tenerla entre nosotros, pero no solo ellos, sino también, suecos, suizos, españoles, franceses e incluso personas que no creen, vienen a verla”, comentó Sandra Lupercio.
Sandra es, sin duda, una embajadora del Tepeyac. Gracias a su disciplina y perseverancia, ha logrado que el Acontecimiento Guadalupano resuene fuera de México. Si deseas más información sobre la Virgen de Guadalupe en París, Francia, visita el sitio oficial https://notredamedeguadalupe.org , que recibe miles visitas cada mes.
EL RECUENTO
1937 – Comienza el proyecto de llevar a la Virgen de Guadalupe a la Catedral de Notre Dame.
1949 – La imagen de la Morenita llega a la emblemática Catedral.
2000 – Por primera vez, la celebración eucarística en honor a la Virgen de Guadalupe, tuvo lugar en toda la Catedral de Notre-Dame y contó con una asistencia numerosa.
2010 – La Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura francés reconoció la Festividad de Nuestra Señora de Guadalupe al incluirla en su catálogo de Patrimonio Cultural Inmaterial.
2019 – El ministerio le otorgó el Emblema de Patrimonio Cultural Inmaterial en Francia, un distintivo especial para la celebración.
2019 – La Catedral sucumbió a un devastador incendio.
2024 – Tras cinco años de trabajos de reconstrucción la Catedral vuelve a abrir sus puertas y ahora la imagen de la Morenita se encuentra en una capilla más grande y luminosa.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 2 de febrero de 2025 No. 1543