Por Rebeca Reynaud De generación en generación sigue vivo el asombro ante este misterio inefable. San Agustín, imaginando que se dirigía al Ángel de la Anunciación, pregunta: “Dime, Oh Ángel, ¿por qué ha sucedido esto en María?”. El Ángel, “entrando en su presencia”...


















