Por Juan Gaitán | “Ahora puedo ver a un Dios que está apoyándome, que de verdad quiere algo nuevo para mí. Ya no lo veo tan lejano como alguna vez lo vi.” Rosita, 22 años. “Me he encontrado a mí misma y me he acercado más a Dios.” Coral, 17 años. ¿Existen aún jóvenes...