Recientemente se ha inaugurado el primer monasterio contemplativo católico en China desde hace más de 60 años. El monasterio «Jardín de san Agustín», en el poblado Lintou, provincia de Shanxi, en el centro del país, servirá también como asilo para ancianos y ha sido construido con el apoyo de una organización caritativa británica, según da a conocer la agencia Asia News.

Desde el nacimiento de  la República popular China, en 1949, no se había permitido la creación de un nuevo monasterio católico; por eso una casa de oración contemplativa, considerada siempre parte integrante de la presencia de la Iglesia en todas las naciones, es considerada como una bendición para la Iglesia en China. Detrás del proyecto está el compromiso de la Hermana María Niu Shufen, que dice «El monasterio no es fruto de mi trabajo, sino fruto del trabajo de Dios, Él se ocupa de todo, desde las cosas más pequeñas hasta de las más grandes».

El  monasterio fue inaugurado y bendecido en manera oficial el 1 de mayo por Monseñor Paolo Meng Qinglu, de la diócesis de Taiyuan, y por Monseñor Wu Jinwei de Yuncheng. En la misa participaron también el director local de la Administración estatal para los Asuntos religiosos y el secretario local del partido. El obispo de la diócesis Mons. Giovanni Battista Wang Jis (de 90 años), no pudo participar a causa de su frágil salud,pero recibió con alegría y comunicado a la comunidad la bendición apostólica del Papa Francisco y bendijo a todos los presentes en la celebración.

Un pequeño lugar de oración

La construcción del monasterio, con elementos de arquitectura moderna, fue llevado a cabo gracias al apoyo del Cultural Exchange with China, una Organización caritativa británica que tiene como finalidad específica construir puentes entre las Iglesias católicas de China y Gran Bretaña. Hna. Niu quiso subrayar que recibió siempre gran apoyo en su deseo de abrir el monasterio por parte de Monseñor Wang. El prelado pasó 20 años de su vida sacerdotal en prisión, de los cuales 10 en aislamiento, tiene una gran comprensión y amor por la vida contemplativa.
La monja recibió su propia formación religiosa en un monasterio agustiniano inglés, que fue la cuna del proyecto de una comunidad contemplativa en China: «estoy muy agradecida por todo el apoyo que he recibido, en China y en el mundo. Y en particular estoy agradecida al programa inglés: sin su ayuda, este proyecto no se hubiese realizado nunca».

La pequeña comunidad está compuesta por ahora por 3 personas: Hna. Niu, Hna. Shi Kemin y Hna. Wang Li. Éstas fueron definidas «generosas en el espíritu», porque han respondido a la llamada de Dios en una forma que en el mundo de hoy es vista como «una vocación inusual».

Vivir la fe en tiempos difíciles

 

El sacerdote Eamonn O´Brien, de la Sociedad misionera de san Columbano y director del Cultural Exchange with China, dice: «Se necesitaron 8 años para abrir este monasterio. Me acuerdo cuando en este lugar había sólo tierra bajo los pies y el cielo sobre la cabeza. Quiero agradecer a todos cuántos sostuvieron esto y nos han ayudado desde el punto de vista financiero y con la oración para la construcción de este proyecto».

El misionero irlandés elevó después una oración a Dios, para que «Él pueda dar su amor al futuro de esta pequeña comunidad y bendecirla con vocaciones adecuadas, de modo que pueda ser auto-suficiente». En modo particular el p. O´Brien ha querido agradecer a los padres y abuelos de la actual generación, que «han vivido su propia fe en tiempos difíciles, pero que la han transmitido lo mismo a la gente de hoy».

Para la Iglesia de China, el nuevo monasterio es un lugar de oración contemplativa y una bendición espiritual, para el gobierno, no es otra cosa que un asilo de ancianos y un Centro de conferencias. Entre las varias secciones del edificio, de hecho, hay habitaciones para encuentros de vario tipo, así también estructuras para los ancianos. Obviamente resalta la capilla, el claustro y otras estructuras típicas de una casa de oración contemplativa.

Por favor, síguenos y comparte: