Por Rodrigo AGUILAR MARTÍNEZ, Obispo de Tehuacán |

Muchas personas e instituciones forman parte del Año Escolar: desde luego los alumnos, en las muy variados etapas que cursan; también los maestros y demás colaboradores en los centros escolares; son también imprescindibles los papás y demás miembros de la familia; igualmente intervienen los que diseñan y dirigen las políticas de educación pública, la vida empresarial, comercial. En fin, mucho se mueve y muchos se mueven en torno al Año Escolar. La Iglesia no puede quedar al margen, le corresponde ser sujeto activo y creativo en la educación integral de las personas.

Qué importante es saber ocupar el propio lugar, la propia responsabilidad en la educación, que es clave para enderechar muchos entuertos, para potenciar los valores en perspectiva de la máxima trascendencia.

Asumamos nuestra parte con responsabilidad y creatividad, con paciencia y perseverancia, con fe y esperanza. Sembremos y ayudemos a sembrar a partir de quiénes somos, pero con ideales personales y sociales asumidos al grado de que vayamos haciendo nuestros dichos ideales con el caminar de cada día en lo ordinario y extraordinario. En otras palabras, hay que vivir cada día en perspectiva de dichos ideales.

En todo esto Cristo Jesús nos acompaña, conduce y sostiene; más aún es el Ideal por excelencia y que da sentido a todo lo demás. Y Jesús quiere que demos fruto duradero y en abundancia.

Por favor, síguenos y comparte: