Misiones salesianas |

Treinta niños, secuestrados y acusados de brujería, se vieron obligados a refugiarse en una casa para no ser quemados vivos por la multitud y fueron salvados después por los misioneros salesianos. Una historia real por muy increíble que parezca en pleno siglo XXI. Por desgracia, en la República Democrática del Congo es algo habitual y los Salesianos trabajan a diario para proteger a estos niños de estas acusaciones tan ridículas como mortales muchas veces.

El misionero salesiano Mario Pérez cuenta desde la ciudad de Mbuji-Mayi la historia de estos 30 menores salvados de una muerte segura: “Me avisaron de que había alrededor de 30 niños tomados como rehenes, que la gente quería quemarlos acusados de ser hechiceros. Los niños tenían entre 3 y 14 años y siempre habían estado en el albergue de una mujer del pueblo que ya no vivía en esa casa porque se había ido a otra ciudad. El jefe del poblado no estaba contento con la presencia de aquel refugio porque nada de lo que recibían los niños le llegaba al resto del pueblo”.

Cuando una persona del pueblo murió, el jefe del poblado aprovechó la situación para afirmar que eran estos niños los culpables, “y no sólo de esto, sino también de otros eventos adversos que ocurrieron en el pueblo”.

El personal que atendía el albergue tuvo que huir de la ira de la multitud e incluso algunos de ellos fueron agredidos. Rodearon la casa y los niños fueron encerrados durante tres días sin agua y sin comida.

“Decidimos encontrar una manera de llevarlos a nuestro Centro Don Bosco y se ideó un plan: alquilamos una camioneta y la llevamos muy cerca de la casa donde estaban los niños; después, un grupo de policías fue enviado por el juez a la zona del poblado donde estaban reunidos el jefe del pueblo y toda la comunidad. El grupo, distraído por la llegada de la policía, no se dio cuenta de la fuga de los niños de la casa”, comenta el salesiano.

Los niños, llevados al Centro Don Bosco, no entienden por qué corrían el riesgo de morir, por qué no podían salir de la casa en busca de agua y comida o por qué la multitud los ofendía e iban contra ellos acusándolos de ser “hechiceros, y serpientes”. Ahora se encuentran seguros en lugar donde pueden jugar, correr e ir a la escuela.

Maltratos y asesinatos por acusaciones de brujería

Miles de niños y niñas en África son maltratados y asesinados acusados de brujería. Son menores inquietos, inteligentes, discapacitados, enfermos… a los que se les culpa de alguna mala noticia en la familia, en la comunidad o de alguna muerte.

Los acusan de ser brujos y los maltratan hasta que reconocen que lo son, o quedan mutilados o mueren tras beber un veneno o meter las manos en agua hirviendo para saber si superan la prueba de ser brujos.

En muchas zonas del continente africano se produce este fenómeno. Sólo en la obra de Mbuji-Mayi los Salesianos acogen a alrededor de 500 menores.

Vea: Niños maltratados y asesinados acusados de ser brujos

Vea: Documental Yo no soy bruja

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