AGENDA INTERNACIONAL | Por Georg  EICKHOFF |

Jimmy Carter será el único ex presidente de Estados Unidos presente durante el discurso inaugural de Donald Trump. Su antiguo escritor de discursos James Fallows confesó que, desde la muerte de su propio padre, no había sentido una desolación semejante a la que sintió, el día después de la elección de Trump.

A pesar de ello, el también especialista en temas de China, publicó recientemente una sugerencia de cómo Trump se podría referir a China, en su discurso de toma de protesta. El tono que Fallows propone a Trump es otro que él de su antiguo jefe Jimmy Carter. Hace exactamente 40 años, este había dicho, en su discurso inaugural: «Somos una nación orgullosamente idealista, pero que nadie confunda nuestro idealismo con debilidad».

El entonces «ghostwriter» (escritor de discursos), y ahora renombrado periodista, ha vivido en China varios años y observa, hoy, con preocupación, como la política China se endurece y se cierra cada vez más. «Represión en casa, agresión en el extranjero», es su fórmula breve para el más reciente estilo de gobierno de los líderes comunistas chinos.

Por ello, propone para el discurso inaugural de Trump un dicho gringo, que hoy forma parte de la cultura de basura de los dibujos animados y que mandaría una advertencia a los chinos, à la Donald: «We can do this the easy way or the hard way. – Podemos hacer esto de la forma fácil o de la forma difícil».

Sospecho que el experimentado escritor de discursos se está dando, con esta sugerencia, el gusto burlón de aludir al estrecho horizonte intelectual y lingüístico de Trump quien ya ha empezado a buscar el conflicto con China, antes de asumir el cargo, por medio de mensajes de Twitter.

Según Fallows, en los últimos meses, China ha endurecido la censura del internet, promoviendo su propio buscador Baidu para excluir Google y su propio servicio de mensajes cortos WeChat para cortar la influencia de Twitter. China está cerrando más aún el cerco de la censura sobre sus medios tradicionales y endurece la persecución contra opositores.

25 años después del fin de la Unión Soviética, la lección que los comunistas chinos habrán aprendido del triste destino final de su antiguo ejemplo de dominación parece estar claro: «Hay que cerrar el camino al virus cultural de Occidente».

Los chinos se van a burlar de los disparates de Trump, como lo está haciendo Vladimir Putin en Rusia, igual que intelectuales y expertos, en todo el mundo, entre ellos, el mismo Fallows. Los mensajes de Twitter del presidente electo Donald Trump sobre China fueron publicados con bochornosas faltas ortográficas. Estos detalles anecdóticos de la breve transición de Obama a Trump presagian nada bueno y dejan congeladas las risas en muchas caras. Los tweets del presidente electo se estrellan contra la dureza de la posición china y resaltan con mucha claridad que Trump es un payaso, pero pronto será un payaso peligroso y armado.

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