AGENDA INTERNACIONAL | Por Georg EICKHOFF |

Filtraciones desde dentro de la Casa Blanca son un buen argumento de venta para un libro escandalosa como lo es “Fire and Fury – Fuego y Furia” de Michael Wolff. Los esfuerzos (fallidos) del presidente Donald Trump de parar su publicación ayudaron adicionalmente a vender la primera edición en pocas horas, el pasado 6 de enero.

Difundir el libro se ha convertido para algunos en un acto de desobediencia civil. Personalmente, no lo había ni siquiera buscado, cuando alguien me lo envió entero como documento digital vía Facebook.

El anterior estratega en jefe de Trump, el periodista Steve Bannon parece ser la fuente principal de las indiscreciones del libro, al grado de que Trump declaró, después de conocer su contenido, que Bannon se había vuelto loco. Este, a su vez, se disculpó por afirmaciones suyas publicadas en el libro sin desmentirlas.

El ataque frontal se publica al haber transcurrido un año de presidencia y cuando el gobierno de Trump parece funcionar mejor. Han aumentado los logros y disminuido un poco las torpezas y ruidos. Al parecer, el “gran niño” en la Casa Blanca que retrata Michael Wolff ha encontrado algunos “adultos” que le ayudan.

Desde el 31 de julio tiene a su lado como Jefe de Gabinete al General John F. Kelly, un católico de raíces irlandesas, conocido por su disciplina y liderazgo personal. Es actualmente el militar americano de más alto rango que ha perdido un hijo o hija durante el servicio activo en guerra. Robert Michael Kelly murió el 9 de noviembre de 2010 al pisar una mina en Afganistán. Como su papá y su hermano John Jr fue oficial de los Marines.

El ministro de Defensa de Trump, el General Jim Mattis también es Marine y también es católico. Por ser soltero y hombre de muchas lecturas se ha ganado el apodo de “monje guerrero”. Es otro de los “adultos” que rodean a Trump generando efectos educativos. Se reporta que Mattis y Kelly rezaban juntos los domingos cuando no podían atender misa.

El pasado 7 de enero, el diario Washington Post publicó un amplio retrato sobre Kelly. El autor Nick Miroff enfoca su tiempo como Jefe del Comando Sur de los Estados Unidos que le habría brindado una especial comprensión de Latinoamérica. Kelly, como su jefe Trump, es de aquellos que subrayan los peligros que asechan en la región, especialmente la posible sinergia entre narcotráfico y terrorismo. No es enemigo explícito del muro entre Estados Unidos y México, pero también se preocupa de una manera menos infantil, desde la Casa Blanca, de dar un gobierno decente a su país.

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