Por Silvia del Valle / @SilviaMdelValle @ smflorycanto

La educación en la fe es un tema que para muchos ya está pasado de moda o es de poca importancia, sin darse cuenta de que de esto depende la salud espiritual de nuestros hijos y la tranquilidad que puedan tener a lo largo de su vida, ya que les permitirá tomar las cosas que se les presenten confiando en la providencia y misericordia divinas; o las pueden tomar con angustia y estrés, como lo hace la mayoría. Por eso aquí les dejo mis 5Tips para educar en la fe.

PRIMERO: Siempre es mejor desde pequeños

La mejor educación es la que se recibe desde que los niños tienen conciencia, ya que la van viviendo cotidianamente y esto hace que los conocimientos se queden impregnados. También en las cosas de la fe.

Desde pequeñitos acostumbremos a llevarlos a la Iglesia y a enseñarles cómo se deben comportar ahí. Es bueno también buscar algún templo en donde haya Misa para niños ya que las personas que asisten ya saben que encontrarán ruidos, llantos y juegos de los niños, y puede ser más fácil para nosotros.

También desde pequeños enseñemos a nuestros hijos a persignarse y algunas de las oraciones básicas como el Padrenuestro o el Avemaría. Para esto existen ahora publicaciones con dibujos grandes y representativos para que nuestros hijos asocien esas imágenes con lo que les
vamos diciendo.

SEGUNDO: Edúcalos con el ejemplo

Es importante que nuestros hijos aprendan de nuestras acciones más que de nuestras palabras. Ellos nos observan todo el tiempo; ven cómo reaccionamos ante los problemas, y se dan cuenta cuándo ponemos a Dios al frente de nuestra vida y nuestro tiempo.

TERCERO: También en la adolescencia

Hay muchas personas que dicen que cuando los hijos tienen entre los 14 y 18 años es necesario dejarlos libres para que ellos escojan en qué quieren creer. No se dan  cuenta de que es precisamente a esta edad cuando nuestros hijos adolecen de la falta de una conciencia clara y que es aquí cuando debemos redoblar las enseñanzas y vivencias de una fe encaminada a hacer la voluntad de Dios. Así podrán decidir después, con una conciencia bien formada, qué estilo de vida quieren tener.

Si la influencia de los amigos es tan fuerte, busca que tengan amistades afines a su forma de vivir y de pensar.

CUARTO: Enséñalos a que den testimonio de su fe

Que nuestros hijos sean valientes y no les de pena demostrar que son católicos. Y para esto es importante que vean que a nosotros tampoco nos da pena tener esas manifestaciones públicas de la vivencia de la fe.

Es hermoso ver que los niños y jóvenes asisten a Misa, rezan el rosario, asisten a grupos católicos de formación y convivencia. Pero también es hermoso ver que nuestros hijos pueden defender lo que piensan frente a algún profesor o algún compañero de la escuela que les diga que lo malo es bueno.

Y QUINTO: Si no te hacen caso, reza por ellos

En toda familia, nunca falta un hijo que pase por una etapa rebelde o de falta de fe, y nosotros, como papás, debemos estar al pendiente de ellos.

Resolvamos las dudas que tengan, y aconsejemos cuando  tengan problemas. Pero cuando las cosas se salen de nuestras manos es  ahí donde debe entra la oración, pues sólo Dios puede hacer que nuestros hijos vuelvan a la fe.

 

Publicado en la edición impresa de El Observador del 10 de junio de 2018 No. 1196

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