Si echáramos un vistazo a las llamadas app tecnológicas nos daríamos cuenta que existen y se crean continuamente una para cada situación, y en el caso del amor y las relaciones de pareja ésta no ha sido la excepción. Algunas son más populares que otras, la mayoría de ellas tiene una gran cantidad de usuarios y lo más curioso es que no sólo son usadas por las generaciones con altos niveles de consumo tecnológico, sino que existe una variedad para todas las edades.

Por Mary Velázquez Dorantes

En México las redes sociales para «encontrar el amor» son be2, solteros50, Setravieso y Tinder. La pregunta más formal es saber si realmente son el medio indicado para encontrar el amor o una persona que nos acompañe afectivamente de manera seria.

La tecnología se ha colocado la estampa de «resolver» todos los problemas, mientras que las nuevas generaciones también expresan la necesidad de utilizar los avances tecnológicos para cada una de sus situaciones de vida; por lo tanto, estamos frente a un furtivo negocio en el que el amor no pudo ser la excepción.

El panorama de estas aplicaciones muestra características peculiares y constantes como la inmediatez para encontrar personas, los filtros de edades y gustos, las llamadas «sugerencias» propias de la aplicación y las personas cercanas. Este es el nuevo mundo para relacionarse afectivamente; sin embargo, cuáles son los riesgos y cuáles son los retos de esta nueva forma de interacción. Aquí vamos a analizar algunos factores.

LA MAYORÍA LAS UTILIZA

El top ten de las aplicaciones sobre relaciones amorosas está enarbolado por el simple hecho de que «la mayoría las utiliza». Por lo tanto, conocer gente que nos guste o no, está de moda. Detrás de este fenómeno vemos algunas características que lo han detonado como el hecho de ser de fácil acceso y en su mayoría gratuitas. Ninguna de las aplicaciones o redes sociales garantiza seguridad y confiabilidad en el uso o en el contacto con los usuarios. Dentro de las categorías más comunes es que son sitios muy propensos a crear perfiles falsos, y algunos de ellos están asociados con la trata de blancas y la pornografía. Al mismo tiempo que los usuarios externos pueden «recopilar» información de otras redes sociales, tales como Facebook e Instagram.

El ocio ha sido uno de los factores clave para que las personas experimenten dentro de estas redes sociales que están acompañadas de la falta de relaciones amorosas proporcionadas por el contexto que rodea a la persona o por la fuerte influencia del mundo digital.

EL AMOR AL ALCANCE DE UN CLIC

El universo digital ha abierto una puerta tremenda para todas las personas conectadas, desde los catálogos de personalidades, las agencias de matrimonio, los vídeos colgados en busca del amor, las denominadas orientaciones sexuales, y las personas que por algún motivo se sienten segregadas. Ante ello la sociedad abre estos nichos de interacción y oferta formas de relacionarse afectivamente. Algunos casos son únicamente posibilidades imaginables y en otros se ha alcanzado éxito.

El amor se ha puesto al alcance de una conexión y en algunas redes sociales es parte de un catálogo de suscripción. Quienes buscan pareja inician creando una cuenta y de inmediato conversan con personas afines. Las redes sociales piden en su reglamento de uso brindar información veraz; sin embargo, esto no siempre funciona así, la sinceridad no es la característica primordial de estos espacios.

RADIOGRAFÍA MEXICANA

En nuestro país casi once mil personas buscan amor por internet al año. Entre las categorías de registro se encuentran las personas solteras, viudas, divorciadas y separadas a partir de los 18 años de edad. Los lazos afectivos que buscan tienen que ver con roles y estereotipos nuevos, las crisis afectivas por las que han pasado, las nuevas formas de reestructuración familiar, tomados de una dinámica de negocios en la que el amor es parte del mercado global.

Recientemente se reveló que mexicanos entre los 40 y 55 años de edad solicitan el apoyo de agencias matrimoniales por internet, mientras que un 40% de los matrimonios llevados a cabo fueron logrados por esta vía. Quienes más buscan parejas en nuestro país son usuarios urbanos provenientes de la Ciudad de México. También se ha revelado que los usuarios comunes están relacionados con el adulterio, la promiscuidad y la infidelidad.

La vida fascinante de las redes sociales tiene también altos costos, y el amor también cae en trampas. El imaginario cultural de encontrar el amor está relacionado con el fuerte aislamiento del individuo actual, el miedo y la incertidumbre que siente por relaciones estables y por la fragilidad de los vínculos sociales que le rodean.

Publicado en la edición impresa de El Observador del 5 de enero de 2020 No.1278

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