Para que cada uno pueda apropiarse el poema “Nada te turbe”, de santa Teresa de Jesús, hay que entender que surgió como una especie de salmo íntimo, donde la autora se va diciendo a sí misma: “Teresa, que nada te turbe”. Y a partir de ahí, de cada verso que escribió a solas como una vivencia del alma, repetirlo para uno mismo, con calma y con toda atención.
Del modo anterior será posible convertirlo en fortaleza para andar por las sendas tortuosas de la vida.
Un poema para tiempos difíciles
Santa Teresa de Ávila, la primera Doctora de la Iglesia y la fundadora de las Carmelitas Descalzas, a pesar de haber tenido que atravesar por grandes adversidades de toda índole, suficientes para desalentar a cualquiera en el camino de la fe, siempre encontró la manera de regresar para continuar con la voluntad de Dios.
Por ello es un poema muy recomendable para tiempos difíciles, pues, por lo general, si bien los cristianos suelen poner toda su vida y proyectos en manos de Dios, lo cierto es que, cuando llegan las adversidades, no es raro que su fe se debilite o, incluso, que se aparten definitivamente de la religión al ver que las cosas no salen como lo esperaban. Sin embargo, éstas son sólo pruebas que Dios permite para verificar la lealtad hacia Él.
Como dice sabiamente el poema, todo se pasa. Lo único inmutable es Dios, y, por tanto, aun en las peores circunstancias, Él es el único que puede saciar la sed y ansia de un corazón atribulado.
Palabras clave
Si bien hay otras expresiones que se repiten, tres son clave en este poema teresiano: “nada”, “todo” y “sólo Dios”.
“Nada” aparece ocho veces; “todo” aparece cinco veces, y “sólo Dios” un par de veces. Esas tres expresiones son radicales, y santa Teresa no tiene miedo de usarlas pues los verdaderos santos son drásticos, nunca tibios.
Paralelismo bíblico
Como auténtica cristiana, santa Teresa no inventa nuevas doctrinas, sino que toma las verdades divinamente reveladas. Su mérito entonces esta en recordar y reafirmar, a través de magistrales versos capaces de motivar y elevar el espíritu, las enseñanzas de la Palabra de Dios. Por ejemplo:
- “Nada te turbe”.- “Que no se turbe el corazón de ustedes” (Juan 14, 1).
- “Nada te espante”.- “¿Acaso un par de pajaritos no se venden por un as? Pero ni uno de ellos cae en tierra sin que lo permita vuestro Padre. En cuanto a ustedes, hasta sus cabellos están todos contados. ¿No valen ustedes más que muchos pajaritos? Por lo tanto no tengan miedo” (Mateo 10, 29-31).
- “Todo se pasa”.- “Cielo y tierra pasarán” (Mateo 34,25) “Pasa este mundo” (I Corintios 7,31).
- “Dios no se muda”.- “El Señor y su verdad permanecen para siempre” (Salmo 117, 2).
- “La paciencia todo lo alcanza”.- “Nuestra salvación es en esperanza; y una esperanza que se ve, no es esperanza, pues ¿cómo es posible esperar una cosa que se ve? Pero esperar lo que no vemos, es aguardar con paciencia” (Romanos 8, 24-25).
Como conclusión, el poema “Nada te turbe”, de santa Teresa, resume toda la acción que puede realizar Dios en una persona que ha confiado el Él.
TEMA DE LA SEMANA: NUEVE LÍNEAS, UN POEMA, UNA ORACIÓN ETERNA
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 5 de diciembre de 2021 No. 1378