Por Raúl Espinoza Aguilera
Me ha impresionado la biografía del literato José María Gironella. Escritor español que se enfrenó con muchas dificultades en su vida. Fue hijo de una familia muy humilde. De niño se dedicó a múltiples oficios debido a la pobreza extrema en que vivían en su familia. Trabajó como empleado en una farmacia, luego en una tienda de comestibles, como obrero en una fábrica de licores, como botones de un banco, etc.
Su abuelo era zapatero. Su padre era fabricante de tapones de corcho y padecía de profundas depresiones que aparentemente superaba, pero volvía a recaer. Todo parecía indicar que Gironella profesionalmente nunca podría destacar.
Este conocido autor nació en Gerona, Barcelona, España, en diciembre de 1917. Fundamentalmente fue un escritor autodidacta, porque carecía de medios económicos para estudiar en una universidad. Le sorprendió el estallido de la Guerra Civil Española (1936-1939) y se opuso a la ideología de los principales dirigentes de este movimiento, porque no estaba de acuerdo con la Segunda República. El novelista debido a ello huyó a Francia e ingresó de nuevo por la zona nacionalista de Francisco Franco entrando a la ciudad de San Sebastián y se enlistó en las filas del ejército nacionalista.
Al observar de cerca los pormenores de esta contienda fratricida, concibe la idea de escribir una Trilogía de novelas sobre esta Guerra. Primero publicó Los Cipreses Creen en Dios (1953), que presenta todo el ambiente sociopolítico previo a esta conflagración. Al terminar la contienda, publica Un millón de muertos (1961) y en la posguerra envía a la editorial Ha Estallado la Paz (1966). Los tres volúmenes fueron un éxito editorial, particularmente Los Cipreses Creen en Dios. En 1986 publica otro gran éxito: Los Hombres lloran Solos (1986).
Este novelista tenía la característica de ser un hombre tozudo, perseverante y un voraz lector de Literatura. Influyó en su pensamiento Giovanni Papini con su Historia de Cristo, quien con su humanismo cristiano impregnó claramente en todas sus obras. También fue un ferviente admirador de Fiódor Dostoyevski.
Pero de forma inesperada le sobrevino una fuerte depresión. Tuvo que retirarse de su actividad literaria para recibir un tratamiento médico. Tuvo la impresión que ya no podría escribir jamás, por haber recibido como herencia paterna esta dura enfermedad. Comenzó a perder casi toda esperanza sobre su posible recuperación.
Pero comentábamos que este escritor tenía una gran fortaleza y tenacidad. Así que observó con cuidado las indicaciones del doctor, tomó puntualmente sus medicinas y pronto recuperó su capacidad de escribir.
Gironella, también publicó: Los Fantasmas de mi cerebro (1958), alusiva a su depresión. Mujer, levántate y anda (1962), Personas, ideas, mares (sobre sus viajes, 1963). Y la novela por la que recibió el “Premio Planeta” fue Condenados a vivir (1971).
¿Por qué fueron exitosas las novelas de José María Gironella? Por su gran amenidad. Se documentaba rigurosamente para escribir sus obras. Tuvo una técnica realista tradicional y, dominaba el estilo directo, matizado a veces por el lirismo. Se le considera como un escritor de “La Generación del ’50”.
Sin duda, José María Gironella ha dejado una honda huella en sus lectores y en el mundo literario de su época. Es admirable que teniendo tantas adversidades en su vida (pobreza extrema, la depresión de su padre, la suya propia, etc.), haya podido superarlas y convertirse en un destacado y brillante escritor.
Falleció en Arenys de Mar, provincia de Barcelona en enero de 2003., víctima de una embolia. Fue galardonado con el Premio Nadal y el Premio Nacional de Literatura. También fue miembro de Real Academia Europea de Doctores y recibió, a título póstumo, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, por los méritos contraídos en los campos de la cultura e investigación.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 17 de julio de 2022 No. 1410