Si aún no te has consagrado a Jesús por María, ¡estás siempre a tiempo!

Por Carolina de Sepúlveda

En estos días de Cuaresma nuestros niños y yo hemos estado preparándonos para la Consagración a Jesús por María.

Para mí el hecho de que ellos quieran hacerlo voluntariamente me da mucho consuelo. Me asegura que sus almas estarán bajo el cuidado de la Madre de Dios, y como hija suya que soy, sé que mis niños estarán en buenas manos (¡en las mejores!) especialmente cuando no esté yo para cuidarlos.

Cierto día, en las reflexiones diarias que hacemos para la preparación, meditaba que el hecho de que ellos se consagren, a mí y a mi esposo nos trae muchas bendiciones como padres.

Pensaba en que María, como Madre perfecta que es, y que conoce a mis pequeños mejor que yo, me hará hacer lo necesario para que por mi medio ellos reciban lo que Ella sabe que necesitan (académicamente, musicalmente, socialmente, recreativamente… ¡y tener esta idea nueva en la cabeza me dio muchísima esperanza!)

Me ha hecho sentir con una confianza renovada en Dios, en mi Mamá Linda del Cielo, y en que no estamos solos en la crianza.

Sé que éste es un proyecto de Él, pero muy seguido se me olvida y me echo a los hombros pesos innecesarios.

Constantemente me abrumo al ver mis heridas y las heridas en otras personas y en cómo nos afectamos unos a otros… pero cuando llega María a mi mente, las nubes se van y queda Ella, preciosa y resplandeciente, con Jesús pequeño, me mira, me sonríe y eso basta para calmarme y recordar que, aunque todos somos víctimas de víctimas, la Madre de Dios no nos deja. Nuestra Madre se encarna también en nosotros para llevar consuelo y salud a los demás.

En esto consiste la Consagración a Jesús por María, en dejarnos ser esclavos, instrumentos y apariciones vivas, de María encarnada en nuestro ser, para así darle vida y esperanza a los que nos rodean ¡darles a Jesús!

Todo esto se realiza cuando le permitimos a Ella decir su constante y humilde fiat en nuestro ser.

Si aún no te has consagrado a Jesús por María, ¡estás siempre a tiempo! Ella te saldrá al encuentro antes de que la busques, porque Ella conoce los deseos de cada hijo suyo y ¿sabes por qué? ¡Porque es Ella quien pone los deseos divinos en los corazones de sus hijos!

Esta es una de las maravillosas obras de María, inspirar deseos santos y ayudarnos a realizarlos. Busquemos a María, Ella ya ha salido a encontrarnos.

Para la Mayor Gloria de Dios.

www.elarbolmenta.com

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 2 de abril de 2023 No. 1447

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