Poder atrevernos a citar los sitios en los que san Junípero Serra estuvo, puede resultar altamente difícil pero no imposible de acercarnos a esa realidad del momento en que recorrió océanos, mares, sierras, desiertos y grandes ciudades.

El padre Serra sale de su natal Petra de Mallorca para nunca más volver. Sale dejando una carta llena de letras donde se despierta un sentimiento enorme de gratitud a sus padres por su buena educación y formación humilde, pero siempre cercana a Dios.

Sale del puerto de Palma para llegar a Málaga y luego al más celebre del Atlántico, que era Cádiz.

Navega hasta Puerto Rico y luego a Veracruz. Ahí decide caminar y caminar y enfrentar toda clase de adversidad tanto que, acabando de llegar a tierras nuestras, es objeto de una picadura de un insecto en la selva veracruzana, que le provocó una llaga que le duraría hasta su muerte. Una llaga que lo marcó y que vivió con ella en carácter de penitencia. Esta llaga no fue impedimento para que, a su llegada a la capital de la Nueva España, seis meses después, tomara feliz camino a la Sierra Gorda y permaneciera ahí casi nueve años. Después, con ánimos de evangelizar, misionó por varias ciudades como Puebla, Tlaxcala, Oaxaca, Cuernavaca, Pachuca, Morelia, Guadalajara, Tepic y muchas más, donde brindó y dejó servicios y encargos de los frailes fernandinos y lo que otros superiores le habían ordenado.

Junípero Serra recorrió buena parte del territorio nacional en tareas de misionero apostólico hasta que, finalmente, tras la expulsión de los Jesuitas, es envido a la Baja y Alta California para seguir su gran proceso de evangelización con las exitosas nueve de las 21 misiones que allá se fundaron.

En el mapa que dejamos se observa su travesía en mares, pero también escuetamente en tierra y hoy podemos presumir que como antes y después el padre Serra camino más de 40 mil km, lo cual es una verdadera odisea.

Con información de José Niembro Calzada, director del Museo de Arte Sacro de Querétaro: www.museodeartesacroqro.org

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 27 de agosto de 2023 No. 1468

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