Por Vladimir Alcántara – Desde la fe
En la Catedral es el único recinto de cada diócesis en el que, año con año, se celebra la Misa Crismal, un acto litúrgico que sólo puede ser presidido por el obispo, en concelebración con su presbiterio.
En esta Eucaristía que se celebra el miércoles de la Semana Santa o el Jueves Santo por la mañana, se consagra el Santo Crisma y los óleos que posteriormente se usarán para los sacramentos de Bautismo, Confirmación y Ordenación Sacerdotal, así como para la Unción de los Enfermos en todas las parroquias, durante todo el año.
La Misa Crismal es el acto litúrgico en que la comunidad celebra la unidad con el obispo, y el presbiterio renueva sus promesas sacerdotales.
En esta Misa el obispo ofrece a los presbíteros un mensaje para iluminar la acción sacerdotal, anuncia la gracia derramada en los sacramentos y redondea toda la grandeza de lo que la Palabra anuncia y el sacramento realiza.
¿Qué son los Santos Oleos?
Son aceites bendecidos en la Misa Crismal que se utilizan para impartir los sacramentos en las diócesis a lo largo del año litúrgico.
- Óleo de Catecúmenos. Usado en la celebración del Bautismo como signo de la fortaleza de Cristo que ayudará a resistir y rechazar el mal.
- Santo Crisma. Para el Bautismo, la Confirmación, la consagración de obispos, sacerdotes, templos y altares.
- Óleo de los Enfermos. Exclusivo para el sacramento de la Unción de Enfermos, en que se pide la salud física y espiritual de la persona.
Artículo original publicado en Desde la fe