Editorial
El fuego de las elecciones se ha apagado. Viene la “normalidad” en un país lleno de sangre y de ira. Sin embargo, la vida sigue. Y nuestra tarea, como periodistas, es preguntar, indagar, incomodar. Dos preguntas nos saltan después de todo el jaloneo electoral y postelectoral: ¿Qué pendientes hay en México? ¿Qué debe hacer, restaurar, cambiar la próxima presidenta? Le hemos hecho esta pregunta a un conjunto de intelectuales mexicanos, encabezados por el más respetable, el más hondo y el más influyente de todos nuestros hombres de letras: Gabriel Zaid.
En este número especial de El Observador, hemos tenido el honor de contar con las respuestas, unas largas y otras cortas, pero todas de enorme significación para comenzar a construir un México diferente al que dejará la actual administración. Las respuestas provienen del historiador de la Cristiada, Jean Meyer; del poeta y extraordinario hombre de paz Javier Sicilia; del poeta y ensayista Julio Hubbard; del estupendo novelista y dramaturgo Francisco Prieto; de la historiadora María Luisa Aspe Armella; del filósofo Luis Xavier López Farjeat y del escritor y traductor Mauricio Sanders. Lo completamos con una idea estupenda para reconstruir nuestra patria por parte del obispo emérito don Mario De Gasperín y con un punzante artículo –como todos los suyos– de monseñor Peñalosa. Además, “El mitotero ciudadano” nos recuerda que, como sociedad, estamos reprobados en la cultura política…
Fieles a nuestra vocación de escudriñar en todos lados, porque los católicos de a pie tenemos también mucho qué decirle a la próxima mandataria, nuestro equipo ha entrevistado al artesano Pascual Verdi Ramos, a Doña Charito, ama de casa de 86 años, al estudiante de comunicación Osvaldo Becerril y al normalista José Luis Sánchez. Voces que se unen a los intelectuales más hondos que tiene México para pedir, exigir, gritar al unísono: ¡paz con justicia!
Con este número entramos en la recta final del año 29 de El Observador. Avistamos en el horizonte nuestro trigésimo año dando la batalla por los valores de la democracia. Nunca más los católicos hemos de callar. Lo que sea, que suene. Aquí estamos, aquí estaremos si Dios lo permite, como dicen en el pueblo, “para lo que se ofrezca”.
Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de junio de 2024 No. 1509