Una buena organización laboral, será más eficaz, para no padecer ningún síndrome de cansancio
Po Sergio Estrada
Los excesos de trabajo de los sacerdotes y miembros de vida consagrada los lleva a un síndrome llamado: “Bournout”, o “Síndrome de desgaste ocupacional”. Término psicológico que se aplica a los excesos de trabajo de toda persona y en especial a los consagrados, fue el tema desarrollado en las jornadas de vida consagrada de la Universidad Pontificia de México, coordinado por la asociación ALMAS.
“En las jornadas se presentó el Bournot o síndrome de desgaste ocupacional que se ocupa de las personas de vida consagrada: Se refiere al desgaste que sufren las personas en general, pero en este caso se enfocó al exceso de trabajo de los sacerdotes y consagrados que provocan conflictos y que no se pueden arreglar de manera correcta, el mejoramiento es la buena orientación para eliminar estas tensiones”, explicó el coordinar de las jornadas lic. Rubén Cobos.
El síndrome, aclaró el especialista, es detectado en la vida consagrada, debido a las múltiples tareas que desarrollan y que tienen que dar respuestas satisfactorias en sus comunidades de acuerdo a sus diferentes carismas, enfrentándose a diversas situaciones. Este involucramiento se hace muy agotador trayendo consecuencias de salud, física y psicológica para los miembros de vida consagrada.
El término empezó a utilizarse en deportistas que hacen demasiado esfuerzo y terminaban por agotarse demasiado en sus competencias. Mientras que en la vida consagrada, es el strees laboral que se vuelve crónico y que se conjuga con la tendencia de la persona religiosa y, sienten que están agotados a nivel emocional en la realización personal de sus logros teniendo una actitud de excelencia.
Los afectados pueden tener diferentes síntomas físicos y psicológicos de agotamiento emocional o de personalización no involucrándose de manera afectiva. Se presenta como una falta de realización personal resultando en las conductas teniendo dolores de cabeza, migrañas o enfermedades ocurrentes.
“No todas las personas lo presentan, en cambio en los consagrados lo pueden desarrollar porque tienen muchas ocupaciones en sus trabajos, en las parroquias, con los fieles, en las comunidades dependiendo de los carismas que tengan, por ejemplo, con los enfermos, con las personas de las calles, con la educación. El trabajo los va desgastando y esto puede ser el empiezo del síndrome de desgaste ocupacional. Es un síntoma que pueden presentar las personas que trabajan excesivamente en cualquier labor y no es exclusivo de sacerdotes”, detalló el especialista.
ALTERNATIVAS PARA MEJORAR EL ESTADO DE SALUD
El coordinador de las jornadas de vida consagrada, propuso que dentro de las alternativas para mejorar esta situación es que solo se requiera de más descanso y puedan afrontar los trabajos que van realizando habitualmente, también se recomienda visitar especialistas para ayudar a salir de estos ciclos de depresión, así como la ayuda de los fieles dentro de sus comunidades, “Lo importante es identificar estas situaciones y acudir con un profesional”.
Las jornadas se realizan para la prevención de este tipo de situaciones en la vida consagrada, para tener una organización mucho más eficaz y con menos trabajo y atender los síntomas en sus casos para la prevención.