Rafael Castro es un misionero y cantautor católico colombiano, que trabaja desde la educación universitaria agustiniana. Desde su trinchera manifiesta necesario promover la música católica, masificarla desde todos los medios y concientizar sobre el apoyo que los cantautores de la iglesia católica necesitan. El Observador de la Actualidad conversó con él:

Por Mary Velázquez Dorantes

¿Qué obstáculos has enfrentado al momento de evangelizar a través de la música?

▶ Soy muy consciente de las grandes luchas y batallas que todos los evangelizadores y misioneros tenemos que vivir. En todo el proceso que he llevado de evangelización de música católica son muchos los obstáculos. Durante estos veintiún años han sido muchas batallas, algunas han sido físicas, otras psicológicas y también espirituales.

La primera batalla a la que uno se enfrenta es con uno mismo, con las culpas, los complejos, los miedos y las inseguridades. Éstas, muchas veces, nos llevan a decir que no a los servicios que se nos presentan y que en muchos casos son una bendición, pero creo firmemente que Dios sabe restablecer a uno. Dios levanta a partir de que nos reconocemos frágiles, vulnerables y pecadores.

Así lo ha hecho conmigo. Muchas veces siento que ya no doy más, que ya no quiero cantar, componer o predicar, y es cuando la fuerza del Espíritu Santo nos hace sentir vulnerables, débiles y cuando eso sucede nos ponemos a los pies de Cristo, el lugar más humano para estar a su altura. Entonces sucede la gracia de Dios y viene en nuestra ayuda, levantando con nuevas oportunidades de evangelizar, con mucha más sabiduría y con más pasión. Existen las batallas espirituales que se superan con ayuno, oración, con amor de Dios, con la palabra del Evangelio. A mí me ha ayudado mucho la palabra de Dios; yo soy un cantautor enamorado de su palabra, me he preparo en la doctrina católica y la palabra es la fuerza mayor que tenemos los músicos católicos.

¿Cómo observas a los ministerios de música en América Latina frente a la evangelización?

▶ Yo creo que América Latina tiene una gran esperanza, y es que el Espíritu Santo está haciendo emerger buenos músicos, músicos que creen en la música católica y que través de ella podemos evangelizar nuestros contextos y el mundo mismo. Estamos en el continente con mayor cantidad de compositores y cantantes de música católica y desde mi punto de vista Brasil es un país extraordinario de música, lo vemos con sacerdotes, laicos, jóvenes y mujeres que producen música de gran calidad. En Colombia tenemos Estación Cero, tenemos mucha gente. Por ejemplo, hace dos años, nos agrupamos los músicos católicos y salieron más de 100 músicos que sirvieron en la visita del Papa Francisco.

México es otro país que produce músicos que emergen con calidad y que se convierten en la esperanza de la evangelización. La música es el instrumento extraordinario para la animación misionera y de fe. Somos un continente que, a través de la creatividad y la innovación, evangelizamos. Somos la inspiración para los otros continentes.

Cómo músico y educador católico, ¿cuál crees que es el reto que enfrentan hoy en día los jóvenes para el encuentro con el evangelio a través de la música?

▶ El mayor reto de los jóvenes es salir del bullicio, del mundo estereotipado. Lo esencial es encontrarse con Dios, pero con los argumentos firmes para creer, esperar, para abandonarse a la misericordia de Dios y para confiar en Él. Es fundamental que los jóvenes hoy emprendan la búsqueda de Dios y a partir de ese encuentro se van a encontrar a sí mismos, van a encontrar todo su potencial, todos sus propósitos. Ese el mayor reto: salir de la superficialidad del mundo e ir a lo esencial y la música católica pueden ser el camino.

En mi persona, el testimonio que doy es que Dios usó las canciones como las de Martín Valverde o de Daniel Poli para hablarme del amor de Jesús. Me hablaron del camino de la paz. Una canción llega a tocar con gran fuerza mental y espiritualmente a un joven y eso te lleva a caminar a Dios.

¿Cómo has vivido tu ministerio?

▶ Ha sido una experiencia maravillosa. El ministerio de música lo he combinado con la predicación y recuerdo que desde que inicié quise consagrarme al servicio pastoral. La guitarra fue el instrumento que elegí. Mi historia ha sido magnifica: componer las canciones y el anuncio de la predicación ha sido el gran regalo, estoy de tiempo completo y Dios me bendice a través de la producción. Tengo cuatro discos que se comparten con las comunidades. El otro regalo es que la canción anima a la persona, Dios sana a través de la música. Yo siempre pido ver la gracia de la cosecha y el cultivo. Mi Señor paga en lo secreto, no sabemos hasta dónde llegamos en la fe y la esperanza de las personas. Los músicos esperamos producir frutos para la gloria de Dios, porque el talento es el privilegio que nos ha dado el Señor.

CONÓCELO Y ESCÚCHALO

» Profesional en el área educativa y espiritual, Licenciado en Ciencias Religiosas y Ética, de la Fundación Universitaria Juan de Castellanos, Licenciado en Música de La Universidad Pedagógica Nacional, especialista en desarrollo humano integral, en procesos de liderazgo y construcción de proyecto de vida

» Música: YouTube/ Rafa Castro – FORMACIÓN INTEGRAL

» Facebook: Rafael Castro-Misionero

Publicado en la edición impresa de El Observador del 22 de septiembre de 2019 No.1263

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