Miguel Ángel Idrogo es cantautor, youtuber y creador católico de contenido digital. Es de origen venezolano y radica en Colombia. Viene de una familia católica y en sus propias palabras nos explica que, conforme fue creciendo, se alejó de la Iglesia, no veía en sí mismo una fe muy practicante y se adentró al mundo: se volvió un joven de fiesta, le gustaba el alcohol y este camino le llevó a vivir una vida promiscua, de mujeres. Estaba alejado completamente de Dios y se volvió un perseguidor de su fe.
Pero en medio del vacío del corazón se quebró y recordó a Dios, ese Dios que estaba en sus primeros años de vida. Levantó su mirada al cielo para clamarle, pedirle misericordia y perdón. Entonces, el Señor le quitó la venda de los ojos y, de un día para otro, dejó de perseguir a la Iglesia y comenzó a sentir sed del Dios vivo. Es músico católico y su talento está al servicio de Dios. En esta edición El Observador de la Actualidad conversó con él:
– ¿Cuál es el reto más fuerte para un músico católico?
Existen muchos retos en estos momentos, pero me enfocaré en dos: el tema económico y el tema del apoyo. El primero se vuelve complejo porque para realizar producciones de calidad y estar presente en todas las plataformas donde podemos escucharnos, eso cuesta mucho dinero. Y al existir poco apoyo o falta de espacios, donde el músico católico pueda presentar su música, eso nos complica mucho nuestra labor.
Recaudar ese dinero es una cuesta arriba y en ocasiones es imposible. Entonces, yo siempre pido colaboración entre todos los músicos católicos y también invito a los laicos a que apoyen a estos talentos, porque somos personas que debemos llevar el pan a nuestras familias y además recaudar el dinero para las producciones musicales.
Hoy nos pueden seguir en nuestras plataformas, agregarnos en sus playlist y, por supuesto, seguirnos a los músicos católicos. Somos muchos en diferentes canales de comunicación. Esto sería hermoso para todos los que nos dedicamos a este servicio.
– ¿Cuál es la materia prima que te ayuda a componer la música católica?
La materia prima para escribir mis canciones son mis propias vivencias. Mi primer disco se llama Volví a respirar y lo escribí cuando estaba en mi proceso de conversión. Cada canción es una experiencia personal, es la forma que yo tengo para comenzar a hablar con Dios. Cada una de las canciones que compongo reflejan la intimidad, la reflexión y la oración que tengo con Dios.
– ¿Cómo podemos contagiar a los jóvenes para enfocar sus talentos con una mirada puesta en Dios?
Les diría como dijo San Juan Pablo II: “no tengan miedo”. Pongan toda su confianza en Dios, entreguen sus dones y talentos que el Señor mismo les ha dado. Póngalo a su servicio, puesto que no existe nada más hermoso que servir a Dios, entregarse a Él. Entiendo que hoy en día el mundo hace mucho ruido y llama a los jóvenes a un camino de perdición, de drogas, al sexo descontrolado; este escenario es lo que el mundo nos vende, pero ojo, nada de eso da la felicidad, porque yo probé mucho de eso y pase muchos años de mi vida sin tener sentido, el único sentido que le dio felicidad y gozo a mi vida se llama Jesús. Por lo tanto, no tengan miedo de seguirle y servirle.
