Por Mary Velázquez

Patricia Medrano es una promotora católica en redes y en radio. Tiene 39 años y es casada. Nació en Dallas, Texas, pero es de familia mexicana. Sus padres, oriundos de Guanajuato, emigraron a los Estados Unidos y formaron una familia.

Ella se encuentra con Jesús gracias a un grupo de jóvenes llamados “Arcoíris”, un movimiento católico mexicano que ha llegado a los Estados Unidos. Actualmente se dedica a la Pastoral Juvenil junto con su esposo. Es también activista en el movimiento provida, dando consejería y educando a la comunidad hispana con temas relacionados con la vida. Funda un proyecto en redes sociales llamado “Minuto Católico”, y se vuelca a las necesidades de ser un evangelizador digital.

Descubrió que las redes sociales no estaban orientadas a la fe católica, y es así que comienza su quehacer de promover el Evangelio en redes sociales. La idea es que, a través de un minuto, las personas puedan ser cautivadas por Dios.

-Tú eres una mujer provida, católica, valiente y comunicadora, ¿cómo les dices a otros jóvenes que este camino te llevó a un encuentro con Dios, con la fe y la felicidad?

El camino de la defensa de la vida va de la mano con muchas otras cosas que están bajo ataque en nuestra cultura: primero nuestra fe, segundo la familia y, tercero, la vida. Son ataques a la base de la sociedad, y esa base es la familia; allí es donde nacen las vidas.

Yo pienso que Dios tenía este camino para mí porque no siempre me consideré cien por ciento próvida. Hubo momentos donde llegué a pensar que podría abortar dependiendo la situación, pero, a la luz de la fe y la razón, llegué a entender que estaba errada, puesto que toda vida debe ser respetada y defendida.

Por otro lado, en mi entorno familiar descubrí que no todo era felicidad, entonces comprendí que lo que causa daño a ese núcleo es la falta de Dios. Gracias al movimiento provida aprendí qué era un matrimonio; aprendí el valor de cada ser humano. Gracias a este movimiento tengo las herramientas para decir que el verdadero amor sí existe, que nuestra sexualidad tiene un propósito, que la vida de cada uno de nosotros tiene un propósito y, si seguimos la voluntad de Dios, vamos a descubrir que nunca nos hará caer, ni arrepentirnos. La voluntad de Dios no te hará sentir triste, te llenará de felicidad. Por eso que es defiendo la vida.

-Tienes un lema: “Glorificad a Dios en las redes”. ¿Cómo es que podemos usar las redes sociales a favor de un encuentro con Dios?

Ese es lema en mis páginas, y claro que sí podemos usarlas para glorificar a Dios, porque nunca está de más compartir a Dios. Existen muchas personas en el mundo y muchas de ellas conectadas en redes sociales, y no sabemos a quiénes vamos a alcanzar con una publicación que realizamos. No necesariamente tienes que ser una persona con grandes números en una página o en una cuenta para hacer la parte que nos toca para construir el reino de Dios. Yo me imagino a San Pablo o San Pedro y al mismo Jesús, ellos estarían evangelizando por todo medio. Ya estamos en la nueva evangelización.

-De pronto vemos un boom de creadores digitales a favor de la fe católica, ¿qué errores no se deben cometer cuando eliges este camino?

El primero, nunca perder el enfoque de por qué lo estamos haciendo. No olvidar que quien nos da estas plataformas es Dios y que, si nosotros no estamos viviendo una vida comprometida con los sacramentos y de participar en una fe activa, aquí está el primer error. Segundo, estar bien formados, tener conocimiento. No podemos compartir cualquier cosa. Y tercero, nunca dejarse guiar por cuántos seguidores tenemos, porque si vemos esa parte hemos perdido el objetivo. No importa la cantidad, esas son alma encomendadas por Dios y hay una responsabilidad en ello. La meta es seguir a Jesús.

También querer ser los protagonistas es un terrible error, el protagonista es Dios. En redes no es más “nosotros”, sino más Jesús. Todas las personas que nos siguen o escuchan en radio están buscando estar más cerca de Jesús. Yo animó que aquellos que son comunicadores y evangelizadores, no subestimemos los medios que Dios nos ha dado, la diversidad está por algo. Cada medio podemos hacer obras buenas para Dios.

Es importante que oren por nosotros, por los creadores, por los periodistas, por quienes están en radio, porque eso nos permite entrar en lugares a los que no podríamos llegar.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 28 de abril de 2024 No. 1503

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