Por Mary Velázquez Dorantes

¿Cómo podemos hacerlo en tiempos tan convulsos? ¿Cuál es el mejor momento del día para entablar un diálogo con tu Creador? ¿Por qué en medio de la turba de la vida debemos encender la cámara y tener un encuentro con Dios? En esta edición de El Observador de la Actualidad te lo vamos a contar.

Al hombre moderno le gusta estar conectado con todo: amigos, familia, escuela, trabajo, ocio, cultura, por lo tanto, también es momento de conectarse con una relación directa con Dios. Activa tu Wi-Fi para entrar en comunicación con quien resuelve dudas, responde a lo que estás pensado, le gusta tu ser tal y como eres; es tu fan número uno, sigue todas tus historias y, obviamente, le gusta hablar contigo las veinticuatro horas del día, los siete días a la semana. Dios es la mejor opción para conectar, y si has perdido el camino nunca dudes en reestablecer la conexión con Él.

APROVECHA CUALQUIER MOMENTO DE PAUSA

Quizás vas camino a casa o al trabajo, o probablemente estás conduciendo y estás atrapado en medio del tráfico, o estás en la caminadora del gimnasio, o en tu cama descansado. Bueno, cualquier momento de pausa en medio del frenesí del día es siempre el mejor momento para hablar con Dios. Cuéntale tus planes, pregúntale cómo es que puedes resolver ese problema o tomar la mejor decisión; invítalo a ser parte de tus proyectos cotidianos. Pide ayuda en momentos de crisis pero también en momentos de paz. Dios está esperando tu mensaje. No importa la hora y el día, él nunca nos dejará en visto.

UN POCO DE AYUDA NO CAERÍA MAL

Estás atareado, tienes que hacer muchas actividades día a día. Tienes quehaceres pendientes o no sabes por dónde comenzar tus actividades del hogar u oficina, quizás podamos aprender a pedir ayuda y asistencia con nuestro ángel de la guarda. Dios lo ha colocado para que sea nuestro apoyo, nos asista con asuntos cotidianos. Si eres distraído o las cosas se te pierden u olvidan puedes pedirle a tu ángel que te ayude a recordar dónde están, o los pendientes por hacer.

La modernidad nos ha provocado mucho estrés y ello nos ha desconectado de nuestra relación divina. Uno de los mejores pasos para reconectar es a través de nuestro ángel de la guarda, recuerda esa pequeña oración: “ángel de la guarda, mi dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día”.

POR LA SEÑAL DE LA SANTA CRUZ

¿Agenda llena? ¿Cansancio físico y mental por todo aquello que vas hacer hoy? Bueno, enciende el Wi-Fi con la señal de la cruz. Al comenzar tu día persígnate, así estás enviando la mejor alerta al cielo. Encomienda tu día, bendice tu día, agradece tu día. Dios está atento a cada paso que damos para entablar una conversación con Él.

Aunque parezcan detalles simples o cotidianos, es lo que más saborea por las mañanas. Y al llegar la noche recuerda el mismo paso. Quizás estemos agotados, exhaustos o perturbados por el vaivén de las actividades, pero busca en ese rincocito de tu cama volver a la señal de la cruz. Y si el cansancio te sobrepasó, con un pequeño “gracias Dios” no perderás la conexión.

Dios nos escucha, sabe leer nuestros mensajes y siempre reacciona. Pero es tarea nuestra activar la señal de Wi-Fi todos los días, verificar qué estamos conectados y reiniciar la sesión de forma constante. No tengamos miedo, no seamos tibios. Si a un simple hola en el mundo le prestamos mucha atención, ¡imagínate cómo será ese hola con Dios!

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 13 de agosto de 2023 No. 1466

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