Bebé sale del coma
Era el Viernes Santo del año 2016 cuando, en Gran Bretaña, Dylan Askin, de dos años de edad, estaba a punto de morir.
Había enfermado desde el día de Navidad de 2015, siendo hospitalizado por problemas respiratorios, hallándose que tenía un pulmón colapsado. Pero las pruebas posteriores mostraron que sus pulmones estaban cubiertos en un 80% de quistes, y se le diagnosticó una forma rara de cáncer pulmonar que pocas veces enferma a los niños.
Habían pasado, pues, muchas semanas desde el diagnóstico, y Dylan empeoraba cada vez más hasta entrar en coma. Los médicos anunciaron a la familia el Viernes Santo que ya no podían hacer nada, y que su final era inminente.
Entonces. ese mismo día, «lo hicimos bautizar, y toda la familia vino de todas partes para despedirse, cuenta su madre. Entonces ocurrió lo inesperado: Dylan mejoró repentinamente, y para el domingo de Pascua se había estabilizado. En los siguientes días salió de terapia intensiva, y más tarde del hospital, pues había quedado curado de su cáncer».
Revive con el Bautismo en un hospital de Brasil
El Instituto de la Vida y la Familia difundió el testimonio de una cirujana pediatra de 35 años que decidió bautizar a un bebé que aparentemente ya estaba muerto.
Ocurrió el 22 de marzo de 2019 en una unidad neonatal de cuidados intensivos de Jundiaí, en Sao Paulo, Brasil. El bebé, de dos días de nacido, tenía un neumotórax —un agujero en el pulmón, que impide la expansión y dificulta la respiración—, y más tarde experimentó un paro cardíaco y no resistió la reanimación que le aplicaron por más de 20 minutos sin éxito alguno.
La médica comenta: «Sabía que el rito del Bautismo debe ser hecho en el paciente que está vivo y yo me quedé sin saber si se podía bautizar o no. Pero en ese momento sentí que necesitaba bautizar a ese bebé». Así que tomó agua, bautizó al bebé, lo consagró a la Virgen y a san Pío de Pietrelcina, y oró a Dios por él. De pronto vio que el bebé adquiría un tono rosado, y verificó que su corazón comenzaba a latir poco a poco hasta tener una fuerza y frecuencia normal. El resto del personal presente estaba asombrado, y muchos exclamaban con razón diciendo que sólo podía ser un milagro.
Condenado a muerte, el Bautismo le dio paz
Billy Moore es un estadounidense que fue condenado a la silla eléctrica tras entrar a robar en una casa para dar de comer a su hija, pero matando al dueño.
Esperando su ejecución, conoció a Dios y se fue convirtiendo. Admitió su culpa y responsabilidades, y pidió el Bautismo, que le administró un pastor protestante. «Por primera vez en mi vida encontré la paz. Era extraño porque estaba a unos días de ser ejecutado». Pasó 17 años en el «corredor de la muerte» y finalmente su ejecución fue anulada.
«Bauticé con un zapato a la niña de un comunista»
Asor María Caleta, perteneciente a las Hermanas Franciscanas Estigmatinas, le tocó vivir el brutal régimen comunista en su natal Albania, país que, después de la Segunda Guerra Mundial, se declaró oficialmente ateo.
Ella sintió desde muy joven el llamado a la vida religiosa, y Dios le concedió vivir su vocación en el convento por siete años; pero con la instauración del comunismo, todas las monjas debieron abandonar la vida religiosa. Sor María Caleta, que era hija única, regresó con sus padres, y vivía su compromiso cristiano ayudando a los fieles laicos a mantener viva su fe cristiana en medio de la clandestinidad, y pudo bautizar a muchos niños de los pueblos, tras verificar que no la iban a denunciar.
Una vez, regresando a casa, «por el camino oí una voz que me llamaba; era una mujer con una niña en brazos que llegó corriendo y me pidió bautizarla. Yo tenía miedo porque sabía que era la mujer de un comunista y le dije que no tenía con qué bautizarla porque estábamos en la carretera; pero por el gran deseo que tenía me dijo que en el canal cercano había agua. Yo le dije que no tenía con qué tomar el agua, pero ella insistía que yo bautizara a su niña.
«A continuación, viendo su fe, me quité el zapato que era de plástico y con él tomé el agua del canal y la bauticé».
TEMA DE LA SEMANA: «CREO EN UN SOLO BAUTISMO…»
Publicado en la edición impresa de El Observador del 12 de enero de 2020 No.1279