El matrimonio puede ser un camino de felicidad, pero hay que ser exigentes.

Por Martha Morales

Hay cosas que deben ser preservadas independientes del mercado, como el amor y la familia. No debemos poner en riesgo los valores referentes a la perpetuación de la naturaleza humana.

El ser humano no puede vivir sin amor. La vida no tiene sentido sin el amor, pero el amor verdadero es capaz de sacrificios, es capaz de esperar; es capaz de vivir la pureza. Aquí valiosas razones para vivir la abstinencia:

 La pureza de vida evita las enfermedades de transmisión sexual y fortalece la voluntad y el carácter.

Impulsa a sacar buenas calificaciones pues ayuda a concentrarse en el estudio. No llames a la otra persona por teléfono con demasiada frecuencia, es fácil que se canse de ti.

 La pureza ayuda a amar de verdad a las personas,  no “usarlas” para el placer.

Una relación romántica consiste esencialmente en cultivar una amistad, y no hay amistad sin conversación y sin compartir intereses. La conversación personal crea lazos de amistad, y ayuda a que uno descubra al otro, que conozca sus defectos y sus cualidades.

 Hay mejor relación con los padres de familia de ambos.

Cuando el hombre y la mujer se respetan mutuamente, maduran su cariño y mejoran la amistad con los padres de ambos.

Generalmente, los padres de familia prefieren que sus hijos solteros vivan la continencia sexual, y se sienten mal si saben que están sexualmente activos sin ser casados. Cuando una pareja sabe que debe esconder sus relaciones sexuales, crece en ellos la culpa y no son felices.

 Te ves más libre para valorar si ese noviazgo te conviene.

Las relaciones sexuales tienen el poder de unir a dos personas con fuerza, y pueden prolongar una relación poco sana basada en la atracción física o en la necesidad de seguridad. Una persona se puede sentir “atrapada” en una relación de la cual quisiera salir, pero no encuentra la puerta. ¡Hay que atreverse a ser valientes! ¿Cómo se llaman los que viven sin compromiso? Mediocres.

 Hay menos riesgo de abuso físico o verbal.

El sexo fuera del matrimonio se asocia a la violencia y a otras formas de abuso. Cuando se vive la abstinencia, hay más posibilidades de triunfar en el matrimonio, y, si decides “romper” esa relación, dolerá menos. Además, te sentirás mejor como persona. Con el sexo no se juega. Cuando alguien te presione, piensa en lo que vas a responder: —Sólo te lo pido una vez, y no insistiré más. —Eso es justo lo que me preocupa. Prefiero conservarme para alguien que me va a querer toda la vida.

El matrimonio puede ser un camino de felicidad, pero hay que ser exigentes. Si tienes novio o novia, pregúntate: “¿lo conozco?”. Porque muchas veces salen y entran pero no se conocen a fondo.

Hay parejas a las que les sobra cama y les falta sofá. El amor no resuelve los problemas psicológicos, eso se arregla con el especialista. Nadie se debe de casar si no está 100% seguro del amor y de la buena voluntad del otro.

Víctor Hugo escribió: “El amor casto engrandece a las almas”.

Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 3 de mayo de 2020. No. 1295

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