El Observador / Redacción

El asesinato del afroamericano George Floyd por parte de un policía blanco el 20 de mayo de 2020 ha sido el detonante para una ola de protestas y disturbios que aún no cesan.

Del reclamo legítimo contra la discriminación racial en Estados Unidos, se pasó a los ataques contra los monumentos a Cristóbal Colón. al grito de “genocida” y “asesino”; luego, contra las estatuas del santo franciscano fundador de California y promotor de los aborígenes, fray Junípero Serra; y, por imitación, en la intención o en el acto se han reproducido hechos muy semejantes en otros países.

Contra todo lo cristiano

Ahora las manifestaciones van contra lo que tenga visos de cristiano. Por mencionar sólo el fin de semana del 11 al 12 de este mes de julio, en Estados Unidos se produjo una ola de ataques anticatólicos; en Ocala, Florida, un joven pegó fuego a la capilla de la Reina de la Paz mientras se celebraba una Misa dentro; en el templo de San Pedro de Dorchester, cerca de Boston, fue incendiada una estatua de la Virgen; en Nueva York fue vandalizada otra estatua de Nuestra Señora, la cual se encuentra frente al Seminario Catedralicio; en California, la Misión de San Gabriel, fundada en 1771 por fray Junípero, fue incendiada, logrando la destrucción de buena parte de ésta; y en Birmingham, Alabama, fue iniciado un incendio en el templo de San Marcos, dañando el techo.

El diablo sabe lo que hizo España

El legítimo reclamo inicial contra el racismo, ha sido utilizado para otros fines; con apoyo de la “leyenda negra” antiespañola, se ha empujado al repudio del colonialismo y, con esto, finalmente, al ataque contra la civilización cristiana. Es que “el diablo sabe lo que ha hecho España a lo largo de la historia: la evangelización de América”, le dijo Benedicto XVI el 17 de junio del 2015 a Jorge Fernández Díaz, ex ministro del Interior de España.

De ahí que sacerdotes de Estados Unidos, a través del grupo Doug Barry’s U.S. Grace Force, hayan lanzado una campaña nacional de cuarenta días para expulsar la influencia demoníaca de su país “a través de actos de reparación, ayuno, penitencia, caridad y oración”.

El Maligno se hizo presente

Por su parte, monseñor Salvatore Cordilone, arzobispo de San Francisco, acompañado de un grupo de fieles, ha rezado el Rosario y realizado una oración de exorcismo en el Golden Gate Park, donde fue derribada una estatua de san Junípero Serra. Cordilone explicó el por qué del acto: “Fue blasfemamente derribada. Un acto de sacrilegio ocurrió aquí, ése es un acto del Maligno. El mal se hizo presente aquí”.

TEMA DE LA SEMANA: ¿SIGUE VIGENTE LA ACCIÓN DEL DIABLO?

Publicado en la edición semanal digital de El Observador del 26 de julio de 2020. No. 1307

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