Fr. Enrique Muñoz Gutiérrez OFM, religioso franciscano de la Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán. Ingresó a la Orden en 1978. Hizo su profesión solemne en 1990 y recibió la ordenación sacerdotal en 1991. Es Licenciado en Historia Eclesiástica por la Universidad Gregoriana de Roma, y actualmente colabora como Guardián de la Comunidad franciscana en Nuevo Chupícuaro, Guanajuato. En entrevista para El Observador, nos habla de la importancia de la misión franciscana en siglo XVI y su huella hasta nuestros días.

Por Rubicela Muñiz

Fray Enrique, ¿cuál fue la importancia de la misión franciscana en el siglo XVI?

▶ Creo que esta misión fue trascendental para la historia de la Iglesia en nuestro país, dado que la presencia de los primeros misioneros franciscanos tuvo una doble finalidad: La primera fue, hacer presente la Orden de los Frailes Menores en tierras novohispanas y la segunda, por orden y con la autorización del papa Adrián VI (1522-1523), establecer la Iglesia católica en estas tierras, convirtiéndose así en los primeros misioneros en México, lo cual no contradice la presencia de otros religiosos y clérigos que vinieron previamente, como capellanes castrenses o militares en las primeras expediciones españolas a nuestro país.

¿Este era un proyecto de misión completo y adelantado a su tiempo?

▶ No podemos asegurar con absoluta certeza que los primeros misioneros traían consigo un proyecto de evangelización para estas tierras. Creo que el proyecto se fue fraguando conforme pasaba el tiempo; nuevas misiones religiosas y nuevos descubrimientos terminaron por crear una propuesta muy particular para la evangelización de nuestros antepasados, la cual fue modificándose de acuerdo a las normas eclesiásticas que se dieron en el siglo XVI, como el recién celebrado Concilio de Trento (1545-1563) y los tres primeros Concilios Provinciales Mexicanos (1555, 1565 y 1585).

¿Cuál fue el mérito de los misioneros al enseñar y evangelizar a los indígenas?

▶ Debemos aclarar que los pueblos indígenas con quienes se encontraron los franciscanos fueron muy diferentes entre sí. Algunos de ellos poseían una cultura muy avanzada, otros, en cambio, demandaron mucha paciencia y sacrificio. Creemos que el mérito y la virtud de los misioneros, no solo franciscanos, fue la perseverancia y la práctica de la caridad cristiana, pero también mucho tuvo que ver la inculturación de las costumbres indígenas más semejantes a la predicación evangélica.

¿Los frailes contaban con una formación intelectual?

▶ Una de las características de los franciscanos que vinieron y vivieron en nuestro país fue la cantidad de sus elementos; entre todas las órdenes religiosas que hubo en México, La Orden Franciscana siempre fue la más numerosa. Lo cual no quiere también decir que fue la más capacitada. Hubo muchos frailes que fueron célebres por su formación intelectual, pero también los hubo sencillos e “iletrados”, que colaboraron de una forma discreta pero efectiva en la tarea evangelizadora.

La tarea evangelizadora permanece hasta nuestros días, ¿a qué se le puede atribuir que sea así?

▶ La gente sigue recordando con mucho cariño a los franciscanos y a otros misioneros por haberse donado a la obra evangelizadora, amén de que nuestro país fue un lugar privilegiado para la predicación evangélica. El esfuerzo y sacrificio por expandir el evangelio y las fronteras mexicanas; la inculturación y la tolerancia religiosas; el arte y las costumbres fueron algunos de los temas más importantes por los que aún se les recuerda en la historia de nuestro país.

A ocho siglos de la presencia de San Francisco en el mundo, ¿qué huella ha dejado?

▶ Una huella enorme e imborrable; algunos lo consideran como el personaje más influyente del segundo milenio. La sencillez, la tolerancia, el ecumenismo y la protección de los ecosistemas del planeta son una parte muy importante de su espiritualidad evangélica.

¿Qué podemos seguir aprendiendo de este referente de la cristiandad en tiempos tan delicados?

▶ Hoy, atendiendo a lo que nos señala el papa Francisco, la defensa del pobre y el cuidado de la creación son dos temas urgentes que no podemos pasar de largo, si queremos luchar por un equilibrio mundial. San Francisco sigue siendo un modelo actual porque fue un personaje que siempre buscó vivir y encarnar los valores evangélicos, fruto de una sincera y continua conversión que lo llevó a seguir de cerca las huellas del Crucificado.

TEMA DE LA SEMANA: LA VISIÓN FRANCISCANA DEL NUEVO MUNDO

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de octubre de 2021 No. 1369

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