La persona que desee adorar especialmente a Dios este mes de julio honrando su Preciosa Sangre, aquí tiene algunos ejercicios basados en lo que el estadounidense Ed Bromm, sacerdote de los Oblatos de María Virgen, propone:

El Jardín de Getsemaní

Remóntate en la oración hasta el Huerto de Getsemaní, donde los Apóstoles se quedaron dormidos sin poder velar ni una hora. Es la oportunidad de consolar a Jesús sufriente, que hasta sudó Sangre.

Jesús azotado

Con la mente y el corazón, y en compañía de María Santísima y María Magdalena, contempla cómo Jesús es azotado.

Toma con ellas los lienzos que les dio la esposa de Pilatos, y ayúdalas a recoger cuidadosamente toda la Sangre del Señor esparcida por el suelo.

Coronación de espinas

Presencia el momento en que los verdugos colocan la corona de espinas en la sagrada Cabeza de Jesús, haciéndola sangrar.

Camino a la crucifixión

Contempla cómo Jesús, mientras camina hacia el monte Calvario, recibe por culpa nuestra nuevas heridas a causa de las caídas y el peso de la Cruz.

Despojo de las vestiduras

Considera que, en el Calvario, los soldados le arrancan a Jesús sus vestiduras, con lo que sus heridas ya secas sangran de nuevo. Jesús sufre para reparar por los pecados contra el pudor y la castidad; pídele perdón.

La crucifixión

Contempla la Crucifixión del Señor, con los clavos atravesando sus Manos y Pies sagrados, y cómo su Preciosa Sangre gotea hasta el suelo. La Cruz es levantada, y el Señor no deja de sangrar. Consuélalo a Él y a su Madre.

La lanzada

Jesús muere en la Cruz. Mira cómo el soldado clava su lanza en el costado del Señor, y de su Corazón brota Sangre y agua. En la Comunión recuerda que recibes de manera misteriosa esa misma Sangre.

TEMA DE LA SEMANA: “CRISTO: LA PRECIOSA SANGRE DE UN CORAZÓN ENAMORADO»

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 3 de julio de 2022 No. 1408

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