MI VOCACIÓN ES EL AMOR

Santa Teresita: una luz en la noche oscura

”Si la palabra encanto alguna vez puede ser aplicada a un santo, designa e incluso caracteriza a la hermana Teresa del Niño Jesús”, escribió Jean Guitton, miembro de la Academia Francesa en su célebre texto El genio de Teresa de Lisieux. Ese “encanto” surge desde su más tierna infancia y se va revelando con la relación con sus padres, sobre todo con su papá, san Luis Martin (su madre, Celia, muere cuando Teresita era una niña). El 29 de julio de 1894 muere San Luis Martin. Teresita escribe un poema. Lo intitula: Plegaria de la hija de un santo. El “encanto” de la santidad como modelo de familia se refleja en la primera y en la última estrofa del poema:

Recuerda que, en la tierra, en otro tiempo,
En querernos cifrabas tu delicia.
Dígnate ahora oír nuestra plegaria,
Protégenos y sigue bendiciendonos.
Hoy vuelves a encontrar allá arriba, en el cielo,
A nuestra amada madre,
Que hace tiempo llegó a la puerta santa.
Allí reináis los dos…
¡Velad por vuestras hijas! …
(…)
Recuerda que la mano del Padre Santo, en Roma,
Sobre tu nobleo divino en ti imprimía.
Ahora tus hijas te alzan su plegaria,
y bendicen tu cruz y tu dolor amargo.
En tu frente gloriosa
Nueve rayos de cielo te iluminan,
¡nueve lirios en flor! *

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 9 de abril de 2023 No. 1448

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