Redacción

En esta Semana Santa es importante pensar en las obras de misericordia como un estilo de vida que no pasará nunca de moda. Recordemos que las obras de misericordia se dividen en corporales y espirituales, siendo el amor la guía de acción.

Estamos justo a tiempo para tomarnos de ellas e imitar a Jesús, dado que la práctica de estas nos recuerda que nos preparamos con la mirada puesta en Cristo y en el hermano. Avanzar en medio de la soledad y el calor del desierto significa tomar nuestra cruz y seguir al crucificado con la mente y el corazón que buscan convertirse. Apoyados del ayuno, la oración y la penitencia. ¿Puede el hombre vivir las obras de misericordia sin miedo, egoísmo o duda? ¡Claro que puede! Aquí te dejamos una pequeña guía de cómo hacerlo.

VISITA UN ENFERMO

Tres de las obras de misericordia corporales son dar de beber al sediento, dar de comer al hambriento y visitar al enfermo. Hoy, en pleno siglo XXI, estás obras se pueden ejecutar con amor, caridad y la mirada en el prójimo. Visita un vecino que está solo, comparte con este una fruta o una pieza de pan. Acude a un hospital público y comparte una obra de caridad con los familiares de los enfermos que están esperando un resultado o un turno para visitar a sus enfermos. Lleva algunas botellas de agua a las personas que son indigentes o migrantes y se encuentran en las calles pidiendo apoyo. Regala algunos caramelos a los niños de la calle, conversa con un adulto de la tercera edad de tu barrio o colonia. Estamos llamados a vivir en una comunidad humana, cercana; aprovecha este tiempo de Cuaresma para practicar estas obras.

DONA PIEZAS DE ROPA EN BUEN ESTADO

Vestir al desnudo es otra obra de misericordia corporal, ¿cómo es posible esto hoy? En medio de un mundo lleno de moda, tendencias, aplicaciones para comprar ropa, examina tu armario, elige unas tres piezas en buen estado que ya no uses para ser donadas como un acto de caridad. Esta acción nos enseñará a desprendernos de la vida material y a compartir con personas que viven en un estado de vulnerabilidad. Comparte con algún conocido o elige una institución de asistencia; lava, plancha y dobla la ropa que vas a donar, con ello estarás cumpliendo con esta obra de misericordia.

OFRECE UNA MISA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Dentro de las obras de misericordia espirituales se encuentra la de “Rogar a Dios por los vivos y por difuntos”. Elige un día de la semana para ofrecer una misa por todas las almas del purgatorio. No solo puedes ofrecer la misa, sino la Eucaristía de ese día. Luego, puedes dedicar algunos minutos de oración por todos aquellos que están purgando, encender una vela u ofrecer un ramo de flores a la Virgen María para que interceda por ellos.

NO TE QUEJES DE TU FAMILIA

Sufrir con paciencia las flaquezas de nuestro prójimo es una obra de misericordia espiritual. En medio de una vida comparada, de un estilo de competencia, muchos rehúyen de sus familiares, de sus padres, hermanos y abuelos, porque tienen “formas” que no se toleran. Tenemos que amar, aceptar y tolerar la familia que se nos ha dado. ¿Tiene defectos? Probablemente sí. Aquí es donde puedes practicar la paciencia.

Es posible que tú también tengas defectos, así que eleva una oración al Espíritu Santo para que te dé la mansedumbre de convivir con los tuyos. Deja de quejarte de ellos y aprende a amarlos.

 

Publicado en la edición semanal impresa de El Observador del 17 de marzo de 2024 No. 1497

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