Todos hemos experimentado la necesidad de perdonar y ser perdonados. Queriendo, o sin querer, quizás más de una vez hemos herido a alguien. Probablemente también, más de una vez, nos han herido. Aprender a pedir perdón, de corazón, nos hace más libres y mejores seres humanos. No saber pedir perdón nos esclaviza y aísla, convirtiéndonos en aquellos ciegos que no quieren ver

Inquebrantable

Unbroken  (2014)

Esta película del año 2014 está basada en la historia real de Louis Zamperini, atleta norteamericano y soldado durante la Segunda Guerra Mundial. Capturado por fuerzas japonesas, fue llevado a un campo de concentración donde fue objeto de crueles maltratos por el jefe del campamento. Su increíble historia de resistencia -que es lo central en la película- se corona cuando, años después de ser liberado, y animado por su fe, busca a su antiguo captor para perdonarlo. Perdonar no es ser indiferentes frente al mal, sino poder mirarlo cara a cara y abrazarlo de la mano de la misericordia de Dios.

Los miserables

(2012)

El perdón aparece como tema recurrente en esta película desde el inicio, cuando el Obispo le testimonia a Jean Valjean la misericordia de Dios. En las vicisitudes de su vida Valjean va acumulando razones para amargarse con el mundo y, sin embargo, va poco a poco sanando sus heridas por medio del perdón y el amor a los demás. El perdón es más fácil si nos abrimos a la gracia de Dios, pero si duda requiere también de una opción personal que muchas veces no estamos dispuestos a hacer, quizás cegados por el orgullo.

La cabaña

The shack  (2017)

El perdón es sin duda uno de los temas principales de esta película. Más allá de algunas objeciones que se le pueden hacer a nivel teológico, La cabaña procura abordar la necesidad del perdón y ofrecerlo como horizonte necesario para que las personas crezcamos en la relación con Dios. Perdón no solo a quien nos ha herido, sino también a nosotros mismos por aquellas culpas de las que nos sentimos responsables. Se puede perdonar, además, porque ante la presencia de Dios nadie puede tirar una primera piedra, y Él nos perdonó a todos en primer lugar.

 

Publicado en la edición impresa de El Observador del 3 de junio de 2018 No. 1195

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